Según el portavoz de IU-Los Verdes, Felipe Martín, los nuevos almacenamientos se construirían aprovechando la parada para recarga que se producirá a finales de febrero de 1996 en el caso de la unidad uno, y en el agosto del mismo año en el caso de la unidad dos.

Asimismo, la coalición calificó de "falsa y manipuladora" la información facilitad por los portavoces de la central nuclear, que durante los próximos meses tienen previsto cambiar los generadores de vapor de las dos unidades.

A juicio de Izquierda Unida, el cambio de los generadores y otros elementos supone "anteponer los intereses de las compañías eléctricas a la seguridad de la población", por lo que pidió que la instalación nuclear cese en su actividad.

Según esta formación política, existe el riesgo de que se rompan algunas penetraciones de la tapa de la vasija, "lo que orginiaría una vía de acceso entre la radiactividad del interior del núcleo y el medio ambiente", afirma IU-Los Verdes.

Por este motivo, la coalición exigió a los propietarios de la central que cambien los motores de la instalación nuclear, "pues no funcionan a pleno rendimiento, al aparecer grietas entre los mismos con el riesgo de rotura".