La de Vandellós I estba el 31 de diciembre de 1991 al 93,2 por ciento, la de José Cabrera (Zorita) al 93,8%, la de Ascó al 85,1%, la de Santa María de Garoña al 78,8% y la de Cofrentes al 73,3%.

El resto presentan una situación más desahogada, ya que Almaraz ronda el 50 por ciento de su capacidad, Trillo el 10% y Vandellós II el 7,2%.

También la instalación de almacenamiento temporal de residuos sólidos de media y baja actividad de El Cabril, en Córdoba, está saturada, ya que el módulo uno está al 96,80 por ciento desu capacidad, el dos al 84,29% y el tres al 81,44%.

Estos datos revelan un considerable aumento con respecto al mes de diciembre de 1990, cuando el módulo dos presentaba una ocupación del 72,4 por ciento y el tres del 64,62%.

Durante el segundo semestre de 1991 fueron trasladados a El Cabril 293 bidones de residuos sólidos de baja y media actividad de las centrales nucleares de Santa María de Garoña y Ascó y otros 164 procedentes de diversas instalaciones radiactivas.

Esta situación provocó ue en diciembre de 1989 comenzaran las obras de ampliación de este cementerio nuclear, para incrementar en 35.000 metros cúbicos la capacidad de almacenamiento de la instalación.

Respecto a la ocupación que presentan las piscinas de combustibles irradiados de las centrales españolas, las de Almaraz I y II están al 82,63 y al 78,24 por ciento de su capacidad útil, respectivamente.

Santa María de Garoña tiene un 64,50% de ocupación, Zorita un 58,09%, Ascó I un 73,31% y Ascó II un 53,82%, Cofrentes n 48,21%, Vandellós II un 12,51% y Trillo I un 36,36%.

Diversas organizaciones ecologistas han acusado reiteradamente a la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) y al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo de incumplir las leyes que ellos mismos han dictado al no elaborar los planes anuales de residuos.

El informe del CSN insiste en que "al carecer Enresa de instalaciones de acondicionamiento de residuos", éstos son instalados en las propias centrales nucleares y en el cementerio e El Cabril.