Así lo indica un estudio liderado por Ying Xu, de las universidades Tsinghua (China) y de Texas en Austin (Estados Unidos), y publicado en la revista ‘Environmental Science & Technology Letters’.

La pintura consta de cuatro ingredientes: pigmentos, aglutinantes, aditivos y un líquido. Si este es agua, como en el látex y algunas pinturas acrílicas, se clasifica como pintura a base de agua, en lugar de pintura a base de solvente.

Históricamente, las pinturas a base de solventes eran fáciles de aplicar y duraderas, aunque liberaban COV malolientes al aire durante y después de la aplicación, lo que apestaba en una habitación recién pintada.

Estos COV en el aire pueden causar irritación respiratoria y dolores de cabeza, entre otros posibles problemas de salud, especialmente en altas concentraciones o durante largos periodos de tiempo.

A pesar de que las pinturas a base de agua lucen etiquetas con ‘cero’ o ‘bajo COV’, sus formulaciones podrían contener sus propios químicos potencialmente peligrosos. Ying Xu y sus colegas quisieron comprender más sobre las formulaciones de estas pinturas.

MARCAS MÁS VENDIDAS

Los autores recopilaron 40 pinturas a base de agua de todo el mundo, clasificadas entre las 70 marcas más vendidas y muchas etiquetadas como ‘cero’ o ‘bajo COV’. Tanto las muestras secas como las húmedas se analizaron mediante cromatografía de gases-espectrometría de masas para determinar su composición.

Se identificaron 20 compuestos orgánicos semivolátiles en concentraciones que oscilaban entre 10 y 35.000 partes por millón. Si bien es menos probable que se encuentren en forma gaseosa, aún pueden persistir en el interior durante años, a menudo incorporados al polvo.

Los ftalatos que alteran el sistema endocrino, que actúan como aglutinantes, estuvieron prácticamente ausentes en las pinturas analizadas. Sin embargo, se detectaron varias sustancias químicas que reemplazan a los ftalatos y aún se evalúan sus toxicidades.

Casi la mitad de las muestras analizadas contenían cantidades mensurables de isotiazolinonas, conservantes que se han relacionado con irritación de la piel y síntomas asmáticos.

En 24 de las muestras de pintura húmeda anunciadas como con cero o bajo COV, se detectaron 11 COV diferentes en concentraciones de hasta 20.000 partes por millón, que representan la composición química dentro de la pintura, no el aire.