Esta frase tendría que ver con el trato que otorgaron los herreños al ex vicepresidente del Gobierno. La estancia en la isla canaria del dirigente político ha estado marcada por la "cordalidad" en las relaciones con los habitantes del lugar.

Guerra permaneció, durante su estancia en la isla, sin escolta, coche oficial o asistentes, conduciendo él mismo un "Seat Panda" de alquiler, aunque en alguna ocasión le acompañó el fiscal general del Estado, Eligio Hernández.

Durante la semana que permaneció en El Hierro mantuvo muy pocos encuentros con los socialistas del lugar y se negó en todo momento a hacer cualquier tipo de declaración política. Durante todo este tiempo no se separó d su hija Alma, que esquivó, al igual que su padre, las cámaras de los periodistas que trataban de captar alguno de los momentos de sus vacaciones.