"Es una frase dicha después de unas elecciones para intentar interpretar el éxitoelectoral, que ha circulado mucho y que ha tenido éxito de difusión, claramente", afirma Guerra en una entrevista concedida a la revista "Ecología".

El vicesecretario general socialista pone de manifiesto de nuevo su escasa vocación como político, y asegura que considera "legítimo" que una persona sienta una vocación o una ambición política "aunque yo no la sienta".

Guerra revela que ha pedido expresamente a los redactores de la ponencia marco del próximo congreso socialista que dediquen un capítlo importante de la misma a la ecología.

El "número dos" socialista se muestra convencido de que las tesis neoliberales son un obstáculo para la "revolución ecológica" que él estima necesario poner en marcha, porque "el neoliberalismo considera que cualquier sensibilidad medioambiental es un obstáculo para el mercado". Esta revolución, en su opinión, sólo puede abanderarla el socialismo, aunque para ello deberá contar con distintas organizaciones no gubernamentales.