Según publica el último número de "Diez Minutos", durante las vacaciones que ha disfrutado con su hijo Alejandro en la isla de Madeira se han multiplicado las amenazas anónimas,que además son cada vez más agresivas.

Lequio no sólo se queja de la molestia que supone estar todo el día pendiente de este tipo de llamadas telefónicas, sino que ha comenzado a preocuparse por su seguridad y la de su hijo Alejandro.

Por ello, el conde consultó la situación con su abogado Javier Saavedra, que finalmente le aconsejó que interpusiera una denuncia en los juzgados de Plaza de Castilla.