Esta es la principal conclusión del libro "La competitividad de la economía española: inflación, productividad y especialización", del profesor Francisco Pérez, editado por "la Caixa" y presentado hoy en Madrid por su autor y por el director general de la entidad, Isidro Fainé.

El texto pone de manifiesto los riesgos del modelo productivo español y considera que se debe apostar por mejorar laespecialización de la producción mediante la inversión en recursos humanos (educación y formación) y en I+D, para poder seguir siendo competitivos, algo que ahora se logra por unos precios de las manufacturas un 20% más baratos que los "grandes países" de la UE, principalmente porque los costes de producción son más bajos en España.

Ante el riesgo de que esos costes se incrementen, Pérez consideró que la salida para mantener el crecimiento económico pasa obligatoriamente por atraer más capital extranjro y por mejorar los canales de comercialización en el exterior, sobre todo en la UE, un mercado muy seguro en los niveles de compras.

DEL LADRILLO A LA INNOVACIÓN

Pérez lamentó que, en los últimos años, la mayor parte del esfuerzo inversor en España se haya destinado al sector de la construcción y consideró que "no es tarde" para dedicar un mayor esfuerzo a inversión en investigación y desarrollo.

En este sentido, pidió que "el apoyo que el sector financiero ha prestado a la construcción tambin lo preste a las inversiones en tecnología".

El director general de "la Caixa", Isidro Fainé, destacó la correcta e importante labor de las entidades financieras en la financiación del crecimiento del sector de la construcción, que ha ayudado a dar mayor dinamismo al país y generado riqueza.

En cuanto a fomentar la inversión en tecnologías, destacó que, lo importante es financiar "buenas ideas" y, en este sentido, defendió que los bancos y cajas no ponen trabas a este tipo de financiación de bueos proyectos.

Fainé reflexionó sobre el fuerte crecimiento del sector de la construcción en los últimos años y auguró que quedan al menos otros 4 o 5 años de gran ritmo de construcción de vivienda, por la presión de los inmigrantes, de los extranjeros que compran casa en España y los españoles que compran su segunda vivienda.

Por ello, vaticinó que no es previsible un "corte drástico" en la financiación de la vivienda en España, si bien advirtió de que el crecimiento económico de un país no se pude basar sólo en la buena marcha del sector de la construcción.

En este sentido, apostó por mejorar las exportaciones españolas para mejorar el déficit de nuestra balanza comercial, ahora sustentada, a su juicio, por el ahorro europeo que viene a España y por los fondos estructurales que recibimos de Bruselas, que se van a recortar en el futuro.