Echevarría pronunció hoy en el Club Siglo XXI la conferencia "Las libertades de prensa e información desde la Constitución de 1978", desarrollada dentro del ciclo "A los 20 ños de la Constitución".

A su juicio, la presencia del Estado es "excesiva en el sector audiovisual". Defendió la independencia de los medios como un presupuesto indeclinable y necesario para garantizar la libertad de expresión en los términos recogidos en la Constitución.

"La independencia constituye un factor esencial en la sociedad democrática, pero en su papel concurren planteamientos contrapuestos", afirmó. Según Echevarría, la independencia empieza por la revisión de tres cuestiones: la conentración autorregulada, la reducción de los poderes públicos en el sector audiovisual y la asunción institucional de la prensa como un bien de la convivencia en libertad.

TV PUBLICA

En su intervención, Echevarría criticó la situación financiera de la televisión pública en España y los efectos en el mercado audiovisual de la competencia desleal y de la doble financiación que tienen los canales públicos.

"Nadie niega que tenga que existir una televisión pública. Pero casi todos entendemos que tine que estar financiada sin lesionar al sector privado, correctamente dimensionada, y servir a los propósitos de auténtico servicio público", afirmó.

En su opinión, la intervención del Estado sobre la estructura empresarial de los medios genera una innecesaria tutela administrativa, "como pone de relieve la existencia de límites al accionariado en televisiones privadas o algunas propuestas legislativas tendentes a conferir al Estado una función fiscalizadora sobre la propiedad de los medios".

El residente de Telecinco y consejero delegado del Grupo Correo defendió la concentración de medios como proyecto empresarial transparente que permite la superviviencia y expansión de las sociedades editoras, con el fin de que el sector de la comunicación nacional tenga peso en el concierto europeo.

Finalmente, expresó su extrañeza por el hecho de que la prensa española no disfrute de beneficios indirectos como ocurre en otros países de Europa.