Alegría hizo esas consideraciones en declaraciones a los periodistas tras participar en una reunión de la Comisión Permanente del Consejo Escolar del Estado, en Madrid, que aprobó un documento con el que avala prohibir el uso de los teléfonos móviles en Educación Infantil y Primaria, y limitar su utilización en Secundaria.

“Es una propuesta llena de frivolidad y, desde luego, absolutamente inviable”, comentó Alegría, quien destacó que Feijóo lanzó este miércoles esa iniciativa para “generarse un foco” coincidiendo con el Día Internacional de la Educación. “No es una propuesta seria”, añadió la ministra.

Alegría aseguró que, además, carece de encaje legal, puesto que dos sentencias “muy claras y muy rotundas” del Tribunal Constitucional marcan “el respeto que hay que tener por las competencias educativas de las comunidades autónomas”.

“La actual Ebau es la Ebau del último Gobierno del PP, la última Ebau es una Ebau que se contempla con un Gobierno del PP y ellos mismos quisieron cambiarla cuando tenían mayoría absoluta y no lo hicieron”, comentó.

“SORPRESA”

La ministra recordó que en la pasada legislatura se aprobó una nueva ley de educación y se pusieron en marcha nuevos decretos educativos, con un proyecto piloto desplegado en más de 50 institutos sobre cómo tenía que ser la Ebau. “Curiosamente, de las comunidades autónomas del PP, ninguna de ellas quiso participar”, dijo.

Alegría mostró su “sorpresa” también por el hecho de que Feijóo plantee una Ebau única solo para las comunidades autónomas gobernadas por el PP cuando “ha venido continuamente defendiendo la igualdad”.

Además, subrayó que el 50% de los contenidos en Bachillerato dependen de las comunidades autónomas. “De verdad, más seriedad en las propuestas, apartemos la frivolidad”, añadió Alegría.

Por último, Alegría señaló que “no hay ningún estudio serio o riguroso” que determine que es más fácil la Ebau en unas comunidades que en otras e indicó que el 60% de la calificación de los alumnos para cursar una carrera universitaria procede de sus notas del Bachillerato y el 40% restante, de la Selectividad. “Quiero entender también que, por parte del PP, entienden que ese 60% que los chavales traen de sus notas y que cada uno lo trae de su distinto instituto es igual para todos”, concluyó.