EL ALCALDE DE MANCHA REAL Y EL GOBERNADOR CIVIL DE JAEN PROTAGONIZAN UN CAREO EN LA SEGUNDA JORNADA DEL JUICIO
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El careo que mantuvieron hoy el gobernador civil de Jaén, Joaquín Iñiguez, y el alcalde de Mancha Real, Alfonso Martínez de la Hoz, fue lo más destacado de la segunda jornada del juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Jaén por los sucesos ocurrids en dicha localidad en que fueron destrozadas varias viviendas en las que residían familias gitanas.
Durante el careo, que fue solicitado por el abogado defensor del alcalde, Enrique Ruiz, ambas partes pusieron de manifiesto versiones contradictorias sobre si el gobernador civil había prohibido o no la manifestación durante la que ocurrieron los actos vandálicos.
Mientras que Martínez de la Hoz aseguró que a él no le comunicaron la prohibición y que ahora tratan de convertirlo en "chivo expiatoro de todo lo ocurrido", el gobernador civil llamó mentiroso al alcalde y especificó que mandó avisos para que la manifestación no se celebrase y que, en caso de llevarse a cabo, no pasase por delante de las casas gitanas.
Iñiguez dijo que al saber las intenciones del alcalde de marcar con pintura las puertas de las casas de los vecinos que se tenían que ir del pueblo, llamó al edil por teléfono y le comunicó que si hacía tal cosa "iba a salir en los periódicos de todo el mundo porque eso era lo que haían los nazis en 'la noche de los cristales rotos'".
Durante esta segunda jornada también declaró como testigo el secretario del Ayuntamiento de Mancha Real, quien aseguró que tras el pleno en el que la corporación decició convocar a los vecinos para la manifestación, avisó a los ediles de que las personas, según la Constitución, tienen derecho a residir libremente en el lugar que elijan y les informó de los requisitos necesarios para que la manifestación fuese legal.
También prestaron declaració los guardias civiles de servicio el día de los destrozos, cuyo testimonio permitió identificar a la mayoría de los acusados como autores materiales de los actos vandálicos.
Asimismo, compareció el teniente coronel Manuel Hidalgo, que estaba al mando de la comandancia de Jaén en 1991. Hidalgo afirmó que aconsejó a las familias gitanas que abandonasen el pueblo la noche antes de los sucesos para evitar males mayores, ante el clima de animadversión que existía contra ellos en la localidad.
Durante a tarde, está previsto que testifiquen los dueños de las viviendas destrozadas y los miembros de todas las familias gitanas que tuvieron que abandonar el pueblo.
(SERVIMEDIA)
08 Oct 1992
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