Asimismo, el regidor de la capital británica se propone prohibir el uso de mangueras y riegos por aspersión privados y sustituirlos por bocas de riego en la calle.

Livingstone también propondrá a la ministra de Medio Ambiente, Margaret Beckett, la aprobación de legislación específica para la sequía que facilite la aplicación de restricciones en el uso del agua y la introducción de contadores de agua.

Según el regidor, si los vecinos de Londres no modifican el modo en el que usan el agua, la ciudad no podrá hacer frente a otro invierno seco.

"Un tercio del consumo de agua en Londres se va por el inodoro, así que tiren de la cadena sólo cuando sea imprescindible, no usen riegos por aspersión en sus jardines, ni laven sus coches con manguera", ha pedido Livingstone a los londinenses.