EL ALCALDE DE AMURRIO DICE QUE NO PENSÓ QUE NOMBRAR A DOS ETARRAS "REINAS" DE LAS FIESTAS FUERA ENALTECER A ETA
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El alcalde de Amurrio (Álava), Pablo Isasi, de Eusko Alkartasuna (EA), explicó hoy en el juicio que la Audiencia Nacional celebró contra él que no consideró que nombrar en las fiestas del municipio de agosto de 2005 "reina" y "dama de honor" a los presos etarras Santos Berganza y José Angel Viguri fuera enaltecer a ETA o "menospreciar a las víctimas".
Así lo aseguró en el juicio que la Sección Primera de la Sala de lo Penal celebró hoy, una vista oral en la que la fiscal Ana Noé pidió 15 meses de cárcel para el acalde al acusarle de un delito de enaltecimiento del terrorismo.
Junto con Isasi, también se sentaron en el banquillo el que fuera concejal de Cultura de Amurrio, Eleder Zaldibe, del PNV, así como los miembros de la cuadrilla Herriarenak Arkaitz Quincoces y Alfredo Remírez, para quienes la Fiscalía pidió los mismos años de cárcel que para el edil.
Durante su declaración ante el tribunal, Isasi, alcalde de la localidad desde 1987, aseguró no haber conocido la designación de los dos presos etarras -que fue realizada por los miembros de la cuadrilla Herriarenak- hasta "tres o cuatro" días antes del inicio de las mismas.
El edil explicó que no hizo nada para impedirlo porque le parecía "imposible" que dos personas que estaban en prisión pudieran asistir a las fiestas y señaló que no fue hasta el momento en el que vieron como los jóvenes de Herriarenak aparecían en el Ayuntamiento con dos siluetas de cartón con las fotografías de los etarras cuando tomó conciencia del problema.
En ese momento, el alcalde tomó la determinación de no imponer las bandas que acreditaban la designación de reina y dama de honor de las fiestas a los "monigotes" con las fotos de los etarras y que, para solucionar el problema, decidió imponérselas a los acusados Quincoces y Remírez, quienes, como miembros de la cuadrilla Herriarenak, fueron los encargados de portar los cartones con las siluetas.
El acusado dijo que en ese momento, a pesar de saber que los designados como reina y dama de honor de las fiestas "eran personas condenadas" por su pertencia a la banda terrorista, "no le dio importancia", ya que no consideró que nombrar a los etarra Viguri y Berganza fuera "enaltecer" a ETA o "menospreciar a las víctimas".
En este sentido, el alcalde explicó que como "representantes" de las fiestas de Amurrio no se elige a personas que tengan "un cierto mérito" o que sean "significativas", sino que la designación tiene "una dimensión carnavalesca".
Por último, el alcalde señaló que desde hace años acude siempre a todos los lugares donde se produce un atentado de ETA para "prestar apoyo a las víctimas y condenar el terrorismo", como hizo en el reciente atentado en Mondragón (Guipúzcoa) que acabó con la vida del ex concejal del PSE en la localidad Isaías Carrasco.
PERDÓN A LAS VÍCTIMAS
Por su parte, el que fuera concejal de Cultura de Amurrio en 2005, Eleder Zalbide, encargado de condecorar junto con el alcalde a los "representantes" de las fiestas, explicó que no supo de la designación de los dos etarras hasta el momento de entregar las bandas.
Zalbide dijo que se vio involucrado en los hechos "sin comerlo ni beberlo" y quiso pedir perdón a las víctimas del terrorismo por el daño que se les causó con la designación de Viguri y Berganza. "Si lo hubiese sabido, no lo hubiera hecho", añadió.
Por último, el ex concejal de Cultura explicó que cuando fue llamado para condecorar a los "representantes" de las fiestas se vió "en una situación absurda", intentando imponer la banda al miembro de la cuadrilla que portaba la silueta del etarra -que forcejeó con él para que se la pusiese al "monigote"- y con un ramo de flores en la mano.
En su declaración ante el tribunal, Remírez explicó que la designación de la reina y la dama de honor de las fiestas la llevan a cabo las cuadrillas de jóvenes del pueblo y que cada año le toca a una de ellas el honor de elegir los representantes. En 2005, los encargados fueron los miembros de la cuadrilla Herriarenak.
Tanto Remírez como Quincoces aseguraron que elegieron a Viguri y Berganza como reina y dama de honor de las fiestas "no por su pertenencia a ETA" o por las acciones que llevaron a cabo dentro de la banda terrorista sino por labor por implantar y extender el euskera en la zona de Amurrio.
Por último, ambos acusados dijeron que desde su cuadrilla no se lanzó ningún grito en favor de ETA ni protagonizaron ningún tipo de incidente en la calle durante las fiestas del municipio.
Tras escuchar los testimonios de los acusados, la fiscal Noé señaló que necesitaba tiempo para realizar sus conclusiones definitivas, por lo que el presidente del tribunal, el juez Javier Gómez Bermúdez, decidió aplazar el juicio "sine die". Cuando se retome el jucio, sólo quedarán pendientes las calificaciones definitivas de las partes.
(SERVIMEDIA)
12 Jun 2008
JRN