Las indemnizaciones por esa cuantía que pagó el Consorcio como consecuencia de siniestros de tipo terrorista pueden considerarse como una estimación de mínimos de los daños personales y materiales producidos por esa vía.

so se debe a que el Consorcio paga indemnizaciones por daños derivados de atentados terroristas a quienes tengan cubiertos los bienes dañados o destruidos con algún seguro convencional suscrito con una compañía privada, ya que este organismo se financia mediante un recargo impuesto sobre las pólizas.

La información de que dispone el Consorcio para el periodo comprendido entre enero y noviembre del año pasado indica que las indemnizaciones pagadas en el País Vasco ascendieron a 89,8 millones de pesetas mientras que las de Navarra se situaron en 77,1 millones.

Los daños realmente causados serán probablemente aún mayores, debido a que parte de los damnificados no tenían ninguna póliza de seguro, tal como indican los mismos datos del Consorcio, según los cuales se aprobaron 206 peticiones en el País Vasco y 112 en Navarra, mientras que se rechazaron otras 48 y 35, respectivamente.

Los datos relativos al 95, y los de ejercicios precedentes, muestran claramente que fueron las comunidades de El PaísVasco y Madrid las que sufrieron más directamente la actividad terrorista propiamente cometida por ETA o acciones violentas de 'baja intensidad', como la destrucción de mobiliario urbano y vehículos de transporte público o el lanzamiento de bombas o cócteles molotov contra establecimientos como casas del pueblo, bancos, concesionarios de nacionalidad francesa y empresas públicas consideradas emblemáticas del Estado español.

Concretamente, entre enero y noviembre del año pasado (lo que excluye los atenados de Vallecas, en Madrid, y el de El Corte Inglés de Valencia), las indemnizaciones por terrorismo pagadas por daños cometidos en Madrid ascendieron a 298,5 millones de pesetas.

Esa cantidad supuso más de la mitad abonada en ese periodo, que ascendió a 465,9 millones de pesetas. El resto correspondieron a las cantidades ya señaladas para el País Vasco y Navarra, mientras que en las demás los pagos fueron igual a cero, salvo una pequeña cantidad, de 323.000 pesetas, correspondiente a Cataluña.

la hora de valorar estos datos es preciso tener en cuenta que hay un lapso entre el desembolso de las indemnizaciones y el momento en que se produjeron los daños, por los que éstos pueden corresponden en algunos casos a ejercicios anteriores, sobre todo si se tiene en cuenta que la reclamación por destrozos ocasionados por siniestros terroristas no tienen un plazo límite para plantearse ante el Consorcio de Compensación de Seguros.