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Querido José Luis:

Te comunico mi baja en el Partido Socialista Obrero Español, dada mi discrepancia radical con las decisiones que está tomando la actual dirección del partdo en relación con el modelo territorial del Estado, el Plan Ibarretxe y el pacto tripartito en el Gobierno de Cataluña, que incluye panteamientos que desbordan la Constitución.

Entiendo que el PSOE está cometiendo errores estratégicos graves y se está apartando de lo que han sido sus señas de identidad históricas, que en ningún caso incluían las reivindicaciones nacionalistas, lo que supone una estafa política para muchos militantes que como yo entramos en un partido quetenía planteamientos muy distntos de los actuales.

Me parece de un oportunismo rechazable que para conseguir a corto plazo cotas de poder, se renuncie a planteamientos que han sido clásicos en el socialismo español y que están conduciendo a que el PSOE pierda su capacidad de vertebración a nivel de España y por tanto su tradicional papel como partido nacional, lo que le aleja también de ser alternativa al actual gobierno del Partido Popular.

El PSOE está abdicando a mi juicio de sus obligaciones que en el momento actual y ada la magnitud del desafío nacionalista que afecta a la unidad de España, debería ser apoyar al Gobierno y mantener la unidad de los dos grandes partidos PP y PSOE, ante los retos tan extraordinarios que estamos viviendo.

Desgraciadamente para España y de una forma a mi juicio irresponsable y que pasará factura en un futuro, el PSOE está en la postura contraria, dando alas al nacionalismo soberanista, contrinuyendo a crear una situación a nivel nacional de consecuencias imprevisibles y abriendo un cmino sin retorno a una ruptura de las reglas del juego y por tanto a la inestabilidad institucional que nos ha dado el mayor período de prosperidad de la historia de España.

Además el PSOE en el pacto con el tripartito catalán, ha comprometido su propia posición política en las Cortes generales que salgan de las Elecciones generales de marzo de 2004 y con un sectarismo inadmisible, obliga al PSOE a "impedir" la presencia del PP en el Gobierno del Estado y a no patar con esta formación en la próxima lgislatura. Los nacionalismos excluyentes pueden estar contentos, han conseguido que los dos grandes partidos nacionales tan necesarios para la estabilidad política del país estén desunidos y que el principal partido de la oposición esté haciendo más guiños de complicidad al nacionalismo.

Por otro lado, creo que no se puede acusar impunemente, como se está haciendo, al Partido Popular y al Gobierno de la Nación, de ser el causante de la radicalización nacionalista, cuando los verdaderos causantes son os propios nacionalistas que están rompiendo las reglas del juego democrático y algunos partidos nacionales que por oportunismo y ansia de poder les están dando alas, con sus posturas ambiguas y poco firmes en un caso o en otro, con su apoyo abierto.

No quiero contribuir con mi silencio o mi permanencia en el PSOE a todo este desvarío político, que no va a traer sino consecuencias nefastas para todos. El PSOE está jugando con fuego, tensionando el modelo territorial y planteando conflictos institucionles de toda índole que no demanda la ciudadanía, en medio de las reivindicaciones soberanistas del País vasco y Cataluña. Quiero poder actuar con total libertad en estos momentos cruciales y no estar sometida a la disciplina del Grupo parlamentario Socialista ni la filiación partidista.

Espero y deseo que el PSOE que actualmente diriges cambie de postura y recupere posiciones razonables que siempre ha tenido y que hicieron posible la transición política, por el bien de todos y especialmente por el bie del propio Partido Socialista, necesario para la estabilidad política como alternativa de gobierno.

Recibe un cordial saludo