Así lo subrayó durante su intervención en la primera jornada de trabajo de la reunión de presidentes de la Conferencia de Órganos Especializados en Asuntos Europeos (Cosac), en el Senado.

“La actual Presidencia española del Consejo tiene lugar en uno de los momentos más convulsos y de grandes transformaciones políticas en Europa de las últimas décadas”, señaló Albares, y añadió que “está marcada por la agresión ilegítima brutal injusta e injustificada de Rusia a Ucrania, un país que cuenta con el apoyo sin fisuras de España y del conjunto de la Unión”.

“Desde un punto de vista legislativo nuestra presidencia se desarrolla en un momento de cierre operativo de la Legislatura Europea antes de las elecciones al Parlamento Europeo en junio de 2024”, recordó.

“Nos corresponde por tanto impulsar las negociaciones de los expedientes en tramitación. En lo que llevamos de Presidencia han tenido lugar más de 400 reuniones”, entre las que destacó cinco consejos formales, un Eurogrupo, 13 reuniones informales de Ministros, 22 trílogos políticos celebrados con el Parlamento Europeo, 280 reuniones del resto de órganos preparatorios del Consejo, 110 reuniones informales y la visita del Colegio de Comisarios y del presidente del Consejo europeo en Madrid.

PRIORIDADES DE ESPAÑA

Albares señaló que las prioridades de la presidencia española son, en primer lugar, la reindustrialización verde y la autonomía estratégica abierta de Europa. La segunda prioridad es avanzar en la transición verde y la adaptación medioambiental, frenar la emergencia climática y la degradación del medio ambiente.

“En tercer lugar, necesitamos una mayor justicia social y económica, porque no puede existir un proyecto europeo de futuro sin que este siga siendo un proyecto de certidumbre de prosperidad, de bienestar para todas y para todos”, aseveró.

“Entre los grandes expedientes se encuentran la revisión intermedia del marco financiero plural, también la reforma de las reglas de gobernanza económicas”, avanzó. Además, “la Presidencia del Consejo cree en una Unión más inclusiva”, remarcó. Por ello, abogó por “la adopción de medidas a favor de la igualdad de tratos entre personas y su inclusión con una atención muy especial a la igualdad, entre mujeres y hombres, a las cuestiones de infancia, de discapacidad, de envejecimiento”.

“En ese sentido, damos la bienvenida a la propuesta de la Comisión sobre la directiva de la Tarjeta Europea de Discapacidad, que va a permitir a 87 millones de europeos con discapacidad el igual acceso a bienes y servicios, y por fin a un espacio común de movilidad también para ellos”, destacó el ministro.

UNIDAD Y AMPLIACIÓN

Finalmente, José Manuel Albares señaló que la cuarta prioridad es “reforzar, mantener, garantizar la unidad europea”, como “el motor que nos permite avanzar”. Desde esa unidad, dijo, “es crucial que sigamos apoyando a Ucrania bajo esos principios de unidad y solidaridad”.

Ucrania “en su defensa de la democracia también nos enseña el camino hacia su integración europea”, afirmó y consideró igualmente “esencial ofrecer una perspectiva real a nuestros socios de los Balcanes Occidentales”, a la par que “no podemos olvidar tampoco a Estados que han obtenido muy recientemente el estatus de candidato, como es el caso de Moldavia”.

Por ello, defendió José Manuel Albares, “ante la perspectiva de una Unión más amplia, tenemos que repensar la forma de optimizar los procesos de toma de decisión y una profundización de la Unión”.

“Nuestra presidencia impulsa el debate sobre las cláusulas pasarela para extender el uso de la mayoría cualificada, tanto en asuntos de política exterior y de seguridad común, como en materia fiscal para que sigamos también después de la ampliación trabajando y decidiendo de manera eficaz para nuestros ciudadanos”, apostilló.