Así lo subrayó, hasta en cuatro ocasiones, durante el Pleno del Senado en respuesta a las preguntas del PP, ERC y PNV por partida doble. El titular de Exteriores recordó en varias ocasiones que comparecerá en el Congreso este miércoles a petición propia para explicar “la nueva etapa de relaciones con Marruecos”, y respondió a la senadora del PNV Estefanía Beltrán de Heredia que la posición de España en la cuestión del Sahara “está con Naciones Unidas, con la Carta de Naciones Unidas, con las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas”. Según Albares, el objetivo que persigue es “encontrar una solución mutuamente aceptable”.

A la senadora del PP Pilar Rojo Noguera, el jefe de la Cancillería le reiteró el alineamiento de la nueva postura del Gobierno con Naciones Unidas y sus resoluciones, “incluida la última la 2602”, y añadió que el Ejecutivo “está en el apoyo al enviado personal del secretario general de Naciones Unidas para la cuestión del Sahara”, Staffan de Mistura, recordando que tiene a su disposición un avión de España para “desplazarse tantas veces como quiera a donde él considere”.

Rojo Noguera acusó al Gobierno de “falta de transparencia” en esta cuestión, al actuar “unilateralmente, sin contar con los partidos de la oposición, sin debatirlo en las Cortes y sin ni siquiera haberlo discutido en el Consejo de Ministros”, con los socios de coalición. “Ustedes han ninguneado a todos los españoles y exigimos respeto”, ya que “no es de recibo que tengamos que enterarnos de la política exterior de España a través del Gobierno de Marruecos”, en un tema que “sigue tocando muy de cerca la sensibilidad de todos los españoles”.

En respuesta, José Manuel Albares volvió a esgrimir que la posición de España está en el marco de Naciones Unidas, y añadió que “es muy similar a la que tienen Francia y Alemania”, al considerar “el plan de autonomía marroquí como la base más realista”. Una posición, alegó, que fue la que recibió el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero “y le dio la bienvenida”. Además, citó al expresidente Mariano Rajoy y sostuvo que “no se desdijo” de lo afirmado por Zapatero.

Para apuntalar su argumento, Albares dijo contar con la respuesta positiva de los presidentes de las comunidades más directamente vinculadas a Marruecos, como “el presidente de Canarias, del Partido Socialista; el presidente de Melilla, independiente; y el presidente Vivas de Ceuta, de su partido”.

POTENCIA ADMINISTRADORA

Por parte de ERC, el senador Jordi Martí i Deulofeu denunció ante el ministro que después de 47 años “el Estado español abiertamente ha dejado atrás su neutralidad como potencia administradora de la excolonia” al decantarse por la propuesta de autonomía marroquí de 2007 como la base “más seria, realista y creíble” para resolver el contencioso del Sahara.

Albares esgrimió nuevamente el guion de que la postura de España está en el marco de Naciones Unidas y los posicionamientos similares de Francia y Alemania, países que, dijo, “no creo que nadie piense que están fuera de la legalidad internacional”.

Cuando Martí i Deulofeu le espetó que “el giro del Gobierno ha sorprendido a propios y extraños, incluidos sus socios de Gobierno de Unidas Podemos”, José Manuel Albares subrayó que “lo importante es contribuir a desencallar un conflicto que ya dura 46 años con una solución política mutuamente aceptable”.

Finalmente, el senador del PNV Luis Jesús Uribe-Etxebarria Apalategui le preguntó por sus expectativas de cara al Consejo Europeo que se va a celebrar en Bruselas los días 24 y 25 de marzo. Albares, tras afirmar que será “un Consejo fundamental para empezar a dar respuesta a la nueva situación en que la guerra ilegal de Vladimir Putin pone a Europa”, regresó a la cuestión saharaui para, de nuevo, subrayar su encaje en el marco de Naciones Unidas.

Uribe-Etxebarria se mostró de acuerdo con el jefe de la diplomacia española en que la defensa del derecho internacional, de los principios de la Carta de Naciones Unidas, de la democracia y de la libertad, “tiene siempre un coste frente a dictadores y autócratas y asumimos ese coste, como dijo Borrell recientemente”. Y por ello, añadió el senador jeltzale, “no vamos a abandonar la defensa de los derechos humanos y de la libertad porque seamos más o menos dependientes de Rusia”.

Parafraseando al Alto Representante, Josep Borrell, el portavoz del PNV aseveró que “’nadie puede poner en el mismo pie de igualdad al agresor y al agredido’, algo que por cierto también sirve para el caso del Sahara Occidental”, si se tiene “un mínimo sentido democrático y ético”. El ministro, lejos de innovar, volvió a argumentar que en el viraje con respecto a la excolonia española “al igual que con Ucrania”, el Gobierno está con la Carta y los principios de Naciones Unidas.