"No hemos hecho la obra perfecta e intocable, no es la Biblia completa", dijo. "Los puntos sobre el diálogo y la reinserción son excelentes, pero eso no uiere decir que no se puedan añadir o modificar algunos aspectos, en virtud de la realidad social que nos circunda".

Guimón, actualmente magistrado de la Audiencia Provincial de Vitoria, señaló que el Pacto de Ajuria Enea permitió que los partidos políticos "subieran un peldaño" hacia la unidad frente a la violencia de ETA.

No obstante, lamentó que los partidos firmantes no hagan gala de la prudencia que debe caracterizar a la clase política a la hora de hablar sobre el terrorismo, si bien admiti que las discrepancias entre las distintas formaciones entran dentro de la lógica del sistema democrático.

Para Guimón, en los diez años cumplidos por Ajuria Enea, la sociedad vasca ha perdido el miedo a los violentos vinculados a ETA y ha conquistado un "lenguaje común por la paz". "Desgraciadamente, lo que no ha cambiado es el corazón de los asesinos", dijo.

Guimón aseguró que firmar el Pacto de Ajuria Enea supuso para él la contribución "modesta a un intento de pacificación" en Euskadi y la deostración de que su partido no estaba formado por "apestados antidemócratas".