Teniendo en cuenta todos los riesgos, los niños deberían ir siempre en la parte trasera del coche, como recomiendael oftalmólogo del Centro Médico de la Universidad de Washington (Missouri) Gregg T. Lueder.

Su estudio sobre los efectos contraproducentes del "airbag" analiza los casos de siete niños que sufrieron daños oculares por el roce brusco con la superficie del dispositivo durante un choque.

Aunque la mayoría de las heridas estudiadas no fueron graves, uno de los niños tuvo que someterse a varias operaciones por abrasión de córnea. Colocar a los niños en el asiento delantero y, sobre todo, llevarles si cinturón serían los mayores peligros de los que alerta Lueder. El doctor recomienda, además, que los bebés en sillas especiales sean colocados en sentido opuesto a la marcha, siguiendo las pautas emitidas por la Academia Americana de Pediatría.