Según informaron a Servimedia fuentes de la compañía, dichas alegaciones se basan en la reducción de un 20% de sus frecuencias, en el compromiso de indemnizaciones a los pasajeros que sufran retrasos y en el refuerzo, tanto de su equipo de trabajadores de mantenimiento como en su sistema de atención al cliente.

Concretamente, la compañía dejará de volar a Milán, reducirá cerca de un 50% sus vuelos a Londres, Roma y París y eliminará 1 frecuencia diaria en los vuelos a Latinoamérica, donde dejará de volar a Toluca (México).

Asimismo, los responsables de Air Madrid esperan haber recibido un nuevo avión a principios de enero con lo que la posibilidad de sufrir retrasos se reducirá de forma significativa.

Por ello, a partir de ese momento la compañía se comprometerá a indemnizar a los pasajeros que sufran retrasos de más de 2 horas en vuelos transoceánicos con la devolución del 50% del precio del próximo billete que adquieran.

La aerolínea también se compromete a reforzar su personal tanto en tierra como en la central telefónica y a contratar 10 ingenieros alemanes, de la empresa Sogerma, que se encargarán del seguimiento día a día de sus aviones.