En el tema económico, la compañía que preside Xabier de Irala ofrecía a Juan José Hidalgo, persidente de Air Europa, 5.000 millones de pesetas por su compañía aérea más la representación de un 10% dentro de la compañía, pero Hidalgo pretendía conseguir "algo más d poder" dentro de la compañía Iberia.

En este sentido, los socios españoles de Iberia mostraron su oposición a la operación, mientras que British Airways aprobaba los términos de la misma. Así, La SEPI, Caja Madrid, La Caixa, Logista, El Corte Inglés y Ahorro Corporación quisieron rebajar el precio acordado, además de no pagar más del 8% en títulos de la aerolínea de bandera a Hidalgo, diferencia que podría suponer 8.000 millones menos para el propiertario de Air Europa.

Asimismo, hay que añadir ue Hidalgo pretendía cerrar la operación en abril, fecha considerada muy temprana por Iberia, que ofrecía el mes de octubre para cerrar todos los flecos que quedaban pendientes para zanjar la operación.

Además, los responsables de Air Europa discreparon con Iberia sobre el empleo de los trabajadores ya que consideraron que no había "garantías" de integración de su personal.

La decisión del empresario salmantino se produce a una semana del vencimiento del plazo que ambas compañías se habían dado pra la negociación en exclusiva. Hidalgo y De Irala tendrían que haber culminado ese proceso de negociación el próximo 25 de enero.

En un principio, los términos en los que se planteó la operación supondrían la total integración de las firmas Air Europa Convencional -dedicada a los vuelos regulares y charter-, Air Europa Express y Air Europa Canarias, con una flota total de 33 aviones, la mayoría de ellos en régimen de "leasing", y una plantilla de unas 2.400 personas, de las que 525 son pilotos y 649 CP (azafatas y azafatos).

Por su parte, Iberia cuenta con un total de 29.000 empleados y una flota de 223 aviones, que vuelan a 99 destinos y 39 lugares en código compartido con otras compañías (One World).