Esto supone un apoyo a los programas de Salud Mental de la Comunidad de Madrid, manteniendo la aportación asistencial de 556 camas, con objeto de garantizar la mejor atención de la demanda de hospitalización psiquiátrica de media y larga estancia en la región madrileña, según destacó la Comunidad en una nota.

El contrato que ahora sale concurso sustituirá al actualmente vigente y contempla dos tipos de unidades hospitalarias.

Por un lado, las unidades de tratamiento y rehabilitación para pacientes con enfermedades mentales graves, que implican un tiempo de estancia de entre un mes y seis meses como máximo, pudiéndose prolongar hasta los doce meses, en función de los objetivos terapéuticos establecidos para los pacientes.

Estas unidades están destinadas a la atención psiquiátrica de enfermos que precisen tratamiento en régimen de hospitalización completa y que necesiten actividades intensas de rehabilitación psiquiátrica, no siendo posible realizar el tratamiento en régimen ambulatorio.

En segundo lugar, el contrato también prevé la concertación de unidades hospitalarias de cuidados psiquiátricos prolongados, para los casos en los que la estancia es superior a seis meses o un año, sin límite prefijado para la misma, permaneciendo siempre el objetivo de reincorporar al paciente a su medio familiar lo antes posible.

Estas unidades se destinan a proporcionar estabilización sintomática, contención y adecuación de la conducta, rehabilitación de déficit en el funcionamiento psicosocial y soporte residencial.