Al término del acto de inauguración, una veintena de vecinos se apostaron en la entrada del polideportivo y abuchearon al regidor madrileño con gritos de "¡Fuera, fuera!", "¡Gallardón, cumple tus promesas!" y "¡embustero!" mientras se abalanzaban sobre su coche y el de Esperanza Aguirre.

Aunque se produjo algún que otro forcejeo con el personal de seguridad de ambos mandatarios, la intervención de las unidades antidisturbios del Cuerpo Nacional de Policía impidió que la acción de protesta pasara a mayores.

El nuevo polideportivo ha sido bautizado con el nombre de "Jesús Rollán", en homenaje al jugador madrileño de waterpolo del mismo nombre, fallecido hace unos meses. La inversión total realizada por la Comunidad de Madrid en esta actuación es de 9.188.800 euros.

El complejo se distribuye en dos grandes edificios que albergan un pabellón polideportivo y una sala de piscinas, conectados ambos por una tercera edificación en la que se encuentran los vestuarios y servicios generales, así como un gran patio central.

Aguirre manifestó la íntima relación que existe, a su juicio, entre el deporte y la política. "Con la práctica del deporte se adquieren unas cualidades que pueden ser indispensables para la actividad política. El deporte enseña el compromiso personal, el trabajo en equipo, el compañerismo y la amistad, virtudes que deberían estar más presentes en nuestra vida política", subrayó.

Por su parte, Gallardón aseguró que el crecimiento de Madrid no ha producido desequilibrios, sino que en su opinión es un instrumento para corregirlos, y elogió la lealtad del movimiento vecinal a pesar de que sea crítico y reivindicativo, actitudes éstas que consideró necesarias.