Aguilar, que compareció esta tarde ante los periodistas para dar a conocer lo tratado en la reunión de su grupo parlamentario, calificó de "inadmisibles" las manifestaciones del diputado socialista Alvaro Cuesta, quien llamó "neofascista" a Meyer por su petición de dimisión a González y Barrionuevo.

"Nos parece inadmisible", dijo Aguilar, "que un diputado del Grupo Socialista, que debería aberse callado, ya que la responsabilidad de su partido es total, califique de neofascista a un compañero de nuestro grupo parlamentario, cuya actitud y talante demorático es sobrado".

La polvareda levantada por las polémicas declaraciones de Meyer, fue analizada ampliamente en la reunión del grupo parlamentario de Izquierda Unida.

Al término del encuentro, Aguilar leyó ante los informadores un comunicado con los principales acuerdos adoptados, entre los que destaca el apoyo de todo el grupo a lacreación de la "comisión GAL", como uno de los compromisos contraídos con la sociedad en su programa electoral.

CIMIENTOS DEL ESTADO DE DERECHO

IU considera, además, que la sociedad tiene derecho a conocer lo ocurrido con la "guerra sucia" contra ETA y que la mencionada comisión puede ayudar a rehabilitar los cimientos del Estado de derecho y a fortalecer el sistema democrático.

Aguilar se cuidó de destacar que será el grupo parlamentario de IU en su conjunto el encargado de administrar los "moentos políticos" en relación con el terrorismo de Estado y la trama GAL, y que las palabras de Meyer fueron hechas estrictamente a título personal.

"Hoy por hoy", matizó, "esas declaraciones ni las respalda ni las deja de respaldar el grupo parlamentario, que lo único que hace es situarlas en una manifestación personal de un diputado".

Igualmente, expresó su confianza en que finalmente los diputados de Iniciativa per Catalunya -que se habían mostrado escépticos con la solicitud de la "comisión GA"- también se pronuncien finalmente a favor de la investigación.

Fuentes del grupo parlamentario de IU consultadas por Servimedia explicaron que las manifestaciones de Meyer causaron un gran malestar entre destacados parlamentarios, que las calificaron como una salida de tono innecesaria.