Sin embargo, la Asociación de Municipios Ribereños de los embalses de cabecera del río Tajo ya han reaccionado en contra de esta decisión y aseguran que el estado actual de los pantanos de Entrepeñas y Buendía no permite nuevos trasvases hacia el Segura, porque afectaría al consumo humano de los ayuntamientos castellano-manchego el próximo verano.

Con ello, la reedición de la 'guerra del agua' entre Castilla-La Mancha y las comunidades levantinas de Murcia y Valencia podría recrudecerse, sobre todo teniendo en cuenta los resultados de las elecciones autonómicas del pasado domingo, que han colocado a los socialistas al frente de Castilla-La Mancha y al PP en las comunidades receptoras.

José Joaquín García Yelo, presidente del sindicato de regantes del Segura, ha justificado la petición de su organización, adoptada en unareunión a última hora de ayer, en que los 55 hectómetros cúbicos es la cantidad mínima indispensable para atender las zonas regables del trasvase, que teóricamente son 72.000 hectáreas, "aunque han sufrido un receso de 12.000 hectáreas como consecuencia de estos años de sequía".

García Yelo explicó que el agua que solicitan pertenece a la denominada Reservar Estratégica y que, por tanto, los municipios ribereños de Entrepeñas y Buendía "pueden estar tranquilos, ya que está garantizado el consumo human".

Asimismo, el presidente electo de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, ha declarado a Servimedia que apoyará la petición de trasvase de los regantes de su región, "para evitar cuantiosas pérdidas económicas en la agricultura murciana".

Sin embargo, el presidente de la Asociación de Municipios Ribereños de los pantanos de los embalses de cabecera del Tajo, Gregorio Villamil, asegura que el embalse de Buendía se encuentra al 13 por ciento de su capacidad, mientras que el de Entrepeñas no alcanza el 10 or ciento del total de agua que puede almacenar. Villamil cree que "no sobra ni un solo hectómetro, porque lo necesitamos para el consumo humano en los meses de verano".

Por su parte, el presidente del PP en Castilla-La Mancha, José Manuel Molina, afirmó también que "nuestra región no tiene agua, y aun comprendiendo las necesidades de los murcianos, no sería razonable continuar secando los pantanos de cabecera del Tajo".

Molina culpó a la Administración central de esta situación y urgió al Gobiero a aprobar el Plan Hidrológico Nacional, así como un nuevo Plan Nacional de Regadíos que permita una transformación de los cultivos.

Sobre la presión que pueda ejercer el presidente de Castilla- La Mancha, José Bono, para impedir este nuevo trasvase, los regantes murcianos dicen que no les preocupa, ya que "nosotros lo pedimos al Gobierno central, que es quien tiene la responsabilidad de los recursos del Tajo", según dijo Garcia Yelo a Servimedia.