Lerma puntualizó que a la hora de tomar una decisión sobre los trasvases el Gobierno "no debe tener en cuenta lo que gritamos cada uno", en alusión a las distintas posiciones de los presidentes autonómicos implicados, sino la información real de los hechos y los posibles perjuicios que puede ocasionar una medida de estas características.

"El Gobierno, en interés general de España", remachó Lerma, "tiene que adoptar la decisión que le parezca más onveniente. Tengo muy claro que en la cuenca del Segura no hay agua y que sí la hay en la del Tajo".

El presidente valenciano, que fue muy cuidadoso al valorar la posición mostrada en el conflicto por el presidente de Castilla-La Mancha, señaló que José Bono "nunca es un obstáculo para nada y, especialmente para un problema de solidaridad".

"No quiero entrar en confrontación con ninguna comunidad autónoma y menos con la de Castilla-La Mancha. Yo creo que al final habrá que tomar una decisión que erá mala para todos, porque no va a satisfacer a ninguna de las partes", aseveró.

Lerma hizo estas declaraciones a los periodistas antes de asistir a la reunión celebrada esta tarde en Madrid entre dirigentes regionales socialistas, en la que analizarán la estrategia para las próximas elecciones municipales y autonómicas.

El presidente valenciano reiteró que la situación de sequía está siendo muy grave en zonas como la cuenca del Segura, donde la pérdida de las cosechas de productos herbáceos ha casionado además la destrucción de unos 900.000 jornales.