Según Marín, "hay que cerrarse en banda y plantear que todos los agricultores europeos tienen los mismos derechos y que, por tanto, los de las zonas meridionales, los mditerráneos, tengan los mismos derechos que los del centro de Europa para que sus producciones sean competitivas".

Marín considera que el efecto de los acuerdos del GATT en el sector hortofrutícola "es claramente negativo. Creo que no se puede hacer ninguna valoración positiva, porque supone una apertura prácticamente sin control a la competencia de países terceros". La población activa del sector hortofrutícola español es de alrededor de 250.000 personas.