Agricultura recuerda en una nota que en 1997 el Ministerio de Medio Ambiente y la Comunidad de Castilla-La Mancha acordaron, con el voto favorable del MAPA, reservar volúmenes de agua destinados a regadío hasta un total de 150.000 hectáras.

Sin embargo, en el trámite decisivo de informar dichos planes en el Consejo Nacional del Agua, el Ministerio de Agricultura votó a favor, mientras que la Junta de Castilla-La Mancha voto "sorprendentemente" en contra del informe.

Por otro lado, el MAPA recuerda que la Junta castellano-manchega tiene la competencia exclusiva en materia de regadío y, por lo tanto, "resulta inexplicable la acusación efectuada al MAPA de obstaculizar el regadío en Castilla-La Mancha", ya que "teniendo en cuenta qe la comunidad autónoma tiene desde hace años dicha competencia, podía haber realizado cuantas transformaciones en regadío hubiera considerado oportunas".

En cuanto al Plan Nacional de Regadíos, el ministerio señala que sigue vigente el aprobado por el Gobierno anterior en febrero de 1996, que recoge la petición formulada por la Junta de Castilla-La Mancha de ampliar la superficie regable hasta el año 2005 en 24.590 hectáreas.

Los responsables del MAPA expusieron a las autoridades de la Comunidadde Castilla-La Mancha, en su reunión del pasado miércoles, la posibilidad de aumentar esta superficie total, hasta el 2008, en unas 2.000 hectáreas.

El ministerio califica de "preocupante" que la Junta de Castilla-La Mancha "no venga informando debidamente a los regantes de los riesgos que se derivarían de un incremento desmesurado de las superficies de regadío con ayudas de la PAC".