Arias Cañete señaló a Servimedia que la ampliación de la UE a diez nuevos países a lo largo de un periodo transitorio de diez años, a partir de 2004, no será perjudicial para los intereses españoles.

Frente a las presiones de los países nórdicos y de otros, como Gran Bretaña, para que se recorten drásticamente los recursos comunitarios desinados al campo, el Gobierno confía en que la incorporación de los países de Europa del Este a partir de 2004, que cuentan con un porcentaje de población agraria superior al 20 por ciento, ayudará a los agricultores españoles a inclinar la balanza a su favor en la negociación sobre la futura PAC.

Los países entrantes comenzarán en 2004 con un nivel de ayudas equivalente al 25%, de las que les corresponderían de ser miembro de pleno derecho, ampliables un 5% anualmente hasta llegar al 100 por cien en 214, lo que permite a la UE financiar la ampliación "con los recursos actualmente disponibles", según el ministro.

"Y eso supone que España no debe ver reducido su nivel de apoyo, que en este momento asciende a más de 6.000 millones de euros del Feoga Garantía, casi un billón de pesetas", afirmó Arias Cañete, "y entendemos que esa situación no se va a modificar por el hecho de la ampliación".

OPORTUNIDAD

"La ampliación es una oportunidad de tener nuevos aliados en la defensa de una política agraia comunitaria tradicional. La razón es muy sencilla: en esos países, como Hungría y Polonia, la agricultura tiene un peso en su producto interior bruto (PIB) muy importante", argumentó.

El titular de Agricultura recordó que se ha comenzado a elaborar el Libro Blanco de la Agricultura para conocer la situación de la economía y la sociedad agraria española y poder adoptar futuras estrategias.

No obstante, señaló el envejecimiento de la población agraria, la falta de recambio generacional, y la fala de competitividad de las explotaciones como los principales problemas del campo.

"Eso nos obliga en el análisis que vamos a hacer en el Libro Blanco, además de una política de hacer más competitivas las explotaciones, hacer un rejuvenicimiento generacional y un programa serio de incorporación de la mujer al mundo rural como empresaria agraria".

"Ese proceso de renovación probablemente sea el reto mayor que tenga la agricultura española, porque, si no, iremos a una agricultura cada vez con menosagricultores, con más compañías mercantiles muy tecnificadas, que tengan grandes extensiones, por lo menos para los cultivos tradicionales; otra cosa es para los cultivos muy específicos de frutas y hortalizas, que permiten explotaciones de carácter familiar", dijo Arias Cañete.

MODERNIZACION

Sobre el recién aprobado Plan Nacional de Regadíos, aseguró que fundamentalmente es una modernización de la red actual que logrará que los agricultores paguen el agua que realmente consuman, "no el agua que pieden".

Además, permitirá la incorporación de las nuevas tecnologías, de modo que se puedan programar y controlar los riegos desde el ordenador del domicilio, así como pagar los consumos e incluso añadir al agua los fertilizantes en algunos cultivos.

Por otro lado, Arias Cañete expresó su esperanza en que Estados Unidos cambie su normativa sobre clementinas con la suficiente rapidez como para que en octubre, cuando comience la próxima temporada, las exportaciones españolas de este cítrico tengan ví libre.