La organización agraria propone que la Administración y la industria forestal, de forma conjunta, garanticen precios justos para la madera quemada, lo que evitaría una pérdida sensible de rentas para los habitantes del rural, y solicita apoyos directos para la recuperación y puesta en producción de las zonas calcinadas.

Unións Agrarias-UPA estima que la madera afectada por los incendios asciende a 5,3 millones de metros cúbicos, una cifra próxima a los 6 millones de metros cúbicos que se talan en el monte gallego un año normal.

Para evitar un hundimiento de precios de la madera, el sindicato agrario propone subvencionar con fondos de la Unión Europea el transporte de madera quemada a centros de transformación industrial fuera de Galicia y que la Administración limite la tala de madera verde mientras no se haya extraído toda la madera quemada.