El beneficio acumulado en los nueve primeros meses se situó en 4.332 millones de pesetas, un 78,5 por ciento menos que en el mismo periodo de 1991, principalmente por la disminución de las comisiones cobradas, que pasaron de 45.035 a 38.186 millones.

Según la CNMV, estos malos resultados obedecieron a la caída de la contratación, el descenso de los índices bursátiles (que sólo e Madrid fue superior al 19 por ciento), la reducción de las emisiones registradas y el abaratamiento de las comisiones cobradas, como consecuencia de la liberalización de los corretajes.

La crisis de las agencias y sociedades de valores se ha traducido en una reducción de plantillas, al totalizar 3.392 empleados a finales de setiembre, 143 menos que en el trimestre anterior y 339 menos que a principios de año.

La rentabilidad de estas entidades sobre fondos propios se situó en el 5,8 por ciento, rente al 31,3 por cien del mismo periodo de 1991.

Además, la crisis afectó tanto a las entidades que son miembros de la Bolsa, que perdieron 87 millones de pesetas, frente a un beneficio de 789 millones en el trimestre anterior, como a las no miembros de bolsa, que tuvieron unos beneficios de 671 millones, frente a unos resultados positivos de 1.301 millones entre abril y junio.