El estudio destaca la toxicidad de los subproductos del PVC, como las dioxinas y algunos aditivos que pueden interferir en los sistemas hormonales de algunos seres vivos.

Según Juan López de Uralde, portavoz de Greenpeace España, "el informe presenta nuevas evidencias de los riesgos ambientales y sanitarios del PVC en todo su ciclo de vida. Además, existen alternativas viables técnica y económicamente a tods sus usos".

El pasado mes de noviembre, el Parlamento de Suecia se pronunció a favor de eliminar progresivamente el uso de este plástico, y en Dinamarca se está estudiando la posibilidad de eliminar el PVC blando.

En España, el pasado mes de diciembre el Senado solicitó al Gobierno la elaboración de un estudio riguroso que analice los efectos del PVC sobre el medio ambiente y la salud humana y la reducción progresiva de su uso.

Juan López de Uralde expresó su confianza en que "el Gobierno epañol comience cuanto antes a tomar medidas para prohibir el uso de este producto altamente contaminante".