La deuda española disfruta de la máxima calificación crediticia otorgada por dos de las más importantes agencias internacionales, Fitch y Moody's, en tanto que Standard and Poor's también mejoró su calificación el pasado mes de julio, tras situar en perspectiva positiva la deuda española y, por tanto, a un solo paso de recibir, también, la máxima calificación.

Fitch sitúa a la política fiscal seguda en España en el centro de su decisión de elevar la calificación. Destaca que la situación fiscal equilibrada o incluso de ligero superávit que se viene disfrutando desde 2001, en un contexto de crecimiento económico y de bajos tipos de interés, se han combinado dar lugar a una reducción rápida y sostenible del ratio de Deuda Pública sobre PIB.

Para Fitch, no cabe esperar cambios en la orientación de la política fiscal, por lo que estima que el ratio de deuda pública sobre PIB se situará en el 45% e el 2005, en línea con el de los restantes estados calificados como AAA.