Del total de los nuevos militantes de ERC, 118 rellenaron su petición en la primera semana del mes, 134 en la segunda, 162 en la tercera y 170 en la que hoy termina.

El número de afiliados al partido inependentista creció durante la semana de enero en que se conocieron los contactos entre el ex "conseller en cap" de la Generalitat, Josep Lluis Carod-Rovira, y ETA más que durante todo el mes de enero de 2003.

Según datos oficiales de ERC a los que tuvo acceso Servimedia, la cifra total de afiliados es en la actualidad de 7.980, de los que 293, el 4%, solicitaron su inscripción durante el pasado mes de enero y 584, el 8%, en febrero.

A principios del pasado año, los afiliados a ERC eran 5.119. La suma de todas las altas de ese ejercicio alcanzó la cifra de 1.984, un 39 por ciento más, porcentaje que se eleva al 54 por ciento si también se tienen en cuenta las altas del mes de los meses de enero y febrero d 2004.

El pasado año comenzó con una suave tendencia al crecimiento en los primeros cinco meses. Así, en enero solicitaron su ingreso 101 personas, en febrero, 170; en marzo, 108; en abril, 123, y en mayo, 116.

Las afiliaciones se dispararon en junio (225) y en julio (238) por influencia de los buenos resultados de la formación independentista en las elecciones municipales del 25 de mayo, según reconocen fuentes de ERC.

Tras el parón de agosto, mes vacacional por excelencia, en que se incriberon 106 nuevos militantes, ERC inició una senda ascendente en los meses siguientes, con 139 nuevos afiliados en septiembre, 181 en octubre, 214 en noviembre y 263 en diciembre. La tendencia se ha acentuado en enero y febrero de este año.

Desde ERC interpretan que el "acoso" del que están siendo objeto por parte del Gobierno del PP ha sido un "revulsivo" entre sus simpatizantes, que han querido expresar su apoyo al partido afiliándose.

La idea de una solución política y dialogada para el problemadel terrorismo en el País Vasco no es ajena al corpus ideológico de ERC. De hecho, el período en que se registró un mayor aumento de militancia desde que retomó su actividad en la Transición fue en las fechas posteriores a los contacos que Carod mantuvo con el líder de Batasuna, Arnaldo Otegi.