Según desveló Trillo en una comparecencia a petición popia ante la Comisión de Defensa del Congreso, el Gobierno elabora un real decreto que permita la coordinación efectiva de los mimisterios implicados, fije el procedimiento para utilizar a las Fuerzas Armadas en misiones exteriores y establezca la obligatoriedad de informar al Parlamento anualmente del desarrollo de las misiones y su coste, así como de todos los acuerdos de Consejo de Ministros en esta materia.

La comparecencia de Trillo tiene especial relevancia hoy en que se cumplen seis meses de lo atentados del 11 de septiembre en Nueva York. El ministro de Defensa argumentó incialmente que la participación española en misiones internacionales "ha ido creciendo a la par que la presencia internacional de España".

Trillo indicó que en el momento en que culmine el despliegue de fuerzas en Afganistán habrá 3.778 efectivos españoles participando en misiones de paz y humanitarias en el extranjero. Además, hay 17 observadores internacionales repartidos en regiones tan dispares como Etiopía, Eritrea, uatemala, Kosovo, Georgia o Nagorno-Karabaj.

Los ministerios de Defensa y Asuntos Exteriores han suscrito un acuerdo para ampliar el número de observadores internacionales hasta 30 en el momento en que sea necesario.

El titular de Defensa elogió la labor de militares y guardias civiles destinados en misiones internacionales y aventuró que la presencia española en Bosnia y Kosovo podría verse reducida en un futuro próximo. No así en Macedonia, donde esa decisión sólo se contemplaría tras las eleccones municipales de primavera y si hay una petición expresa de las autoridades macedonias.

En lo referido a Afganistán, Trillo aseguró que el polémico envío de 2 helicópteros Superpuma aún no ha sido formalizado, aunque no dejó entrever ninguna duda sobre la firmeza de la decisión de atender a esta petición de los Estados Unidos.

Aseguró que la actuación de las tropas españolas desplegadas en Afganistán está siendo "brillante" y destacó en especial la labor del equipo médico que ha atendido ya 34 efectivos de las fuerzas internacionales y entre los civiles afganos a 609 varones, 504 mujeres y 347 niños.

En cambio, Trillo aseguró que, tras su visita a Afganistán, ha "traido un profundo pesar" por la situación que se vive allí y que hace que "el único punto en común" que hay entre el país asiático y el mundo occidental es "la convicción de pertenecer a la misma raza humana".

En este sentido, aseguró que las fuerzas desplegadas allí no tienen capacidad para solucionar los problemas del paíspara cuya solución es imprescindible que la comunidad internacional se movilice.

CRITICA AL GOBIERNO

El portavoz de IU, Felipe Alcaraz, fue muy crítico con Trillo al que echó en cara su sumisión acrítica a las decisiones de la Administración Bush. Le reprochó no haber informado con mayor asiduidad al Parlamento en la situación de crisis actual y le advirtió al Gobierno que no tienen legitimidad para decidir aportaciones militares, como la de los helicópteros Superpuma, que puedan desembocar en ataqus armados a otros países.

En este sentido, exigió al ministro que concrete la posición del Gobierno español en el futuro inmediato y que aclare si España seguirá a Estados Unidos en una acción armada contra Iraq, Yemen o Sudán y si está dispuesta a aceptar el uso de armamento nuclear de baja potencia en este conflicto como hoy dice un diario neoyorkino que prevé el gobierno norteamericano.

Alcaraz advirtió al Ejecutivo de que las acciones de guerra que respalda Estados Unidos no están legitimadaspor mandato alguno de Naciones Unidas

Por su parte, el portavoz del PSOE, Jordi Marsal, coincidió con el ministro en su elogio a la tarea realizada por los militares españoles, pero advirtió al gobierno de que debe poner coto a las pretensiones de Estados Unidos de confundir sus intereses particulares con los de la lucha antiterrorista.

Manifestó su preocupación por el posible ataque de Estados Unidos a países como Iraq, Filipnas o Yemen y adviertió que serían "un salto cualitativo" que podría llvar a "una espiral incontrolada"de violencia.

"No puede suceder", dijo, "que el apoyo de los aliados a los EEUU en el marco de una coalición sea interpretado por Norteamérica como que tienen las manos libres para hacer lo que quieran. Eso, Estados Unidos tiene que tenerlo claro y lo hará si se lo decimos".

Para conjurar esos peligros y llevar a buen puerto la misión pidió que se fragüe "el máximo consenso político" dentro de cada país integrado en la coalición y que se propicie un "claro apoyo soial" a la actuación del Ejecutivo.