A su juicio, "es un gran triunfo para los afectados de Santo Domingo, pero una gran esperanza para el resto de vecinos del entorno de Barajas y de otros aeropuertos que tienen el mismo problema".

El presidente de la Asociación, Luis Ramírez, considera que "lo más importante del fallo es que los jueces se están dando cuenta de que el problema del ruido que sufren miles de vecinos es causa más que suficiente para alentar a AENA a un cambio de actitud y obligar a la Administración (en este caso, el Ministerio de Fomento) a que haga lo necesario para que cesen los ruidos".

La sentencia, "pionera" en España, considera que se ha "infringido el derecho de los recurrentes a su intimidad domiciliaria y a desarrollar libremente su personalidad en el recinto donde tienen su morada, porque la perturbación causada por el ruido, del que se viene hablando, es suficiente, por su entidad, naturaleza y duración, para generar molestias que lo trastornan más allá de los límites aceptables".

La asociación destaca que estos problemas de ruido y contaminación, no sólo se están dando en aeropuertos grandes como Madrid y Barcelona, sino en otros, como los de Zaragoza, Alicante y Bilbao, que también afectan a sus vecinos con impactos acústicos que hace difícil la vida normal de las familias.