El glaucoma es una enfermedad ocular que suele dar pocos síntomas, de hecho se la conoce como la ‘ceguera silenciosa’ y es una de las primeras causas de ceguera en España. Existen diferentes tipos que se pueden clasificar en función de la apertura del ángulo del iris y la córnea (glaucoma de ángulo abierto y de ángulo cerrado), su origen (primario y secundario), y el momento de aparición (congénito, infantil, juvenil y adulto). No obstante, los casos más comunes son los glaucomas de ángulo abierto (GAA), que es el que presenta Joaquín Carratalá.

“En España hay más de 1.300.000 personas que padecen glaucoma, en torno a un 2,5% de la población. Y alrededor del 35% de esas personas desconoce que tiene esta enfermedad”, asegura Joaquín en una entrevista a Servimedia. “Yo formé parte de ese 35% porque cuando empecé a notar síntomas anómalos en la visión ya no veía por la periferia del ojo izquierdo”.

Este vecino de San Juan de Alicante trabajaba como comercial y recorría con su coche la geografía española poniendo a prueba su reflejos y agudeza visual. Cuando cumplió los 30 años, notó que “también había perdido campo visual del ojo derecho, el bueno”. “Entonces acudí al oftalmólogo y me dijeron que tenía la tensión intraocular muy elevada”, recuerda.

Durante 12 años y más de 20 intervenciones quirúrgicas, logró ralentizar la inevitable progresión de su glaucoma. “Llegó un día en el que vi que no podía conducir y a los 40 años me dieron la incapacidad y tuve que dejar de trabajar”.

Joaquín posa junto a su esposa | Foto cedida por Joaquín Carratalá

PERDER SALUD VISUAL Y MENTAL

El glaucoma, al ser una condición crónica y progresiva, impacta negativamente en la visión y el bienestar emocional de los afectados, generando ansiedad y depresión. “Te sientes muy impotente y pasas por las fases del duelo. ¿Te preguntas por qué a mí? De ahí que muchísimos pacientes de glaucoma necesiten apoyo psicológico y yo lo he tenido evidentemente”, reconoce.

“Lo más importante es no sentirse solo con esta enfermedad”, sostiene. Motivado por esa convicción, Joaquín fundó hace ya 20 años la Asociación de Glaucoma para Afectados y Familiares (AGAF), de la que es su presidente. “Cuando la gente se asocia, les ofrecemos asesoramiento psicológico para ir pasando por todos los estadios de esta enfermedad”. La discapacidad visual asociada al glaucoma reduce la calidad de vida y está relacionada con mayores tasas de ansiedad y depresión. Gracias a la labor asociativa “se pueden superar esos estados emocionales”, asevera Joaquín.

En el Día Mundial del Glaucoma, reclama que se incluya a esta patología dentro de la lista de “enfermedades neurodegenerativas para lograr mayor inversión en investigación”. Además, insiste en que “una simple visita al oftalmólogo puede proporcionar un diagnóstico precoz y un mejor abordaje del glaucoma”.

Este alicantino insiste en que “el glaucoma no conduce necesariamente a la ceguera” y que hay muchos afectados “con un 30% y un 40% de capacidad visual”. “Mi glaucoma, en cambio, es de un tipo muy agresivo y ahora se encuentra en su estadio terminal de modo que apenas veo y no salgo a la calle si no es acompañado”, explica. Pero desde que pilota a bordo de la Asociación de Glaucoma para Afectados y Familiares, Joaquín se siente de nuevo en la carretera, eso sí, con el apoyo de su bastón o el de su mujer. Pero de nuevo en marcha.