A su juicio, "Aznar, con esa actitud tan simplista a la que nos tiene acostumbrados, prefiere callar en espera de que sus asesores le preparen una frase de marketing que encabezar con el acostumbrado 'he dado orden', antes que presentar y poner en marcha verdaderas propuestas que ayuden a solucionar problemas de tanta gravead".

Caldera señaló que, a este ritmo, Aznar "va a destruir el prestigio de España en Europa sin salir de casa" y añadióque "esta esclerosis en la acción de Gobierno obedece a un entendimiento del poder como medio, no para solucionar eficazmente los problemas de los ciudadanos, sino como una gran plataforma para optimizar los negocios particulares o fomentar el ahorro fiscal de sus más directos colaboradores en el Gobierno".