Este organismo ya realizó el reparto de la nueva terminal en junio de 2003, y decidió que la T4 daría servicio a los miembros de la Star Alliance, en la que está presente Spanair, y los de One World, la alianza que lideran Iberia y British Airways. Pero este reparto no satisfizo a Iberia, que lo recurrió.

Iberia consideró entonces que Aena le abocaba a una terminal donde, en tres años, volvería a tener problemas de espaciopara desarrollar su potencial de crecimiento.

Fuentes de la compañía reconocieron a Servimedia que lo único que pretenden es acceder a un uso del aeropuerto y de las nuevas instalaciones "en proporción" con lo que Iberia supone para el tráfico aéreo español y sus proyectos de expansión.

El ente público anunció hoy que "en breve" llegará a una solución en la asignación de espacios en el nuevo terminal de Barajas. Eso sí, Aena advierte de que tendrá en cuenta "criterios objetivos" y promoverá la copetencia sin aceptar "posiciones de monopolio o repartos de usos que impliquen prácticas restrictivas".

Otras compañías han acusado a Iberia de, con su recurso, querer "la exclusividad" en la nueva T4 y buscar "posiciones de privilegio" en el nuevo aeropuerto que resultará de la ampliación.