En una comparecencia en la Comisión de Fomento del Congreso, Vivanco aseguró que las conductas que provocaron estos incidentes están siendo investigadas y que les será de aplicación el régimen sancionador previsto en el convenio de los controladores.

Para Vivanco, el incidente se puede calificar como "local y aislado" porque fue ocasionado por una pequeña parte del colectivo de controladores aéreos, el 6% de la plantilla, y en un único aeropuerto aunque este sea el de Barajas que actúa como distribuidor del tráfico para el resto de aeródromos españoles. En concreto, de los 2.332 controladores que trabajan en AENA, 144 lo hacen en las torres de Barajas.

Por otro lado, indicó que al menos 11.250 personas se vieron afectadas por las cancelaciones y aplazamientos de un total de 125 vuelos a días posteriores.

Además, sólo un 30,9% de los vuelos que partieron ese día lo hicieron con una demora inferior a 15 minutos, cifra que se reduce al 23,9% en la T-4, terminal en la que opera Iberia que padecía aquel día los efectos de la presunta huelga de celo de sus pilotos. Según Vivanco, la puntualidad media de Barajas alcanza el 75%.

Recordó que el 2 de enero estaba previsto que 24 controladores acudieran al turno de mañana y 23 al de tarde y que fueron 16 los que acudieron a ambos turnos. Como respuesta, se decidió cerrar dos de las cuatro pistas de Barajas con lo que la operativa del aeropuerto pasó de 98 operaciones a la hora a 78.

De esta manera, se realizaron en toda la jornada 922 operaciones frente a las 1.047 previstas. Se cancelaron un total de 71 vuelos y otros 54 se aplazaron a días siguientes.

En cuanto a la planificación, destacó que "se anticipa en consideración de la demanda de tráfico y de las incidencias en recursos humanos conocidas y previsibles".

A este respecto, indicó que el jefe de torre de Barajas contaba con la programación el 30de diciembre y que dicha programación se conocía desde el 29 de octubre, cumpliendo el plazo de 90 días que establece el convenio.

Asimismo, apuntó que dicha programación ya seguía los parámetros establecidos a finales de septiembre de 2008 que establecía una reducción del número de controladores en función de la caída de tráfico y la necesidad de reconfigurar todos los servicios.

Finalmente, indicó que AENA y los controladores están negociando un nuevo convenio desde octubre y señaló que el objetivo de su departamento es acordar un marco que permita que la productividad y la eficiencia de este colectivo se acerque a la de los estándares europeos.