Así consta en una respuesta por escrito que el Gobierno transmitió al diputado de Unidas Podemos Antón Gómez Reino, quien se interesó por las medidas adoptadas para la protección de los derechos de la infancia y de la adolescencia de la población palestina afectada por la ocupación israelí.

El Ejecutivo explicó que el Marco de Asociación País 2020-2024, que funge de marco de trabajo en Palestina, indica la necesidad de tener en cuenta “la creciente vulnerabilidad de la población, especialmente mujeres y niñas” y señala que el objetivo de la Cooperación Española pasa por “trabajar en la modernización y alineamiento de la legislación palestina con los tratados internacionales de derechos humanos, sentando así las bases normativas para acabar con la discriminación institucionalizada contra las mujeres y las niñas palestinas”.

Del mismo modo, reiteró su preocupación por la decisión de Israel de incluir en la lista de organizaciones terroristas a seis ONGD palestinas “sin que hasta la fecha se hayan aportado pruebas”.

También recordó que ha expresado, “en numerosas ocasiones y a distintos niveles, su apoyo a la sociedad civil palestina como actor indispensable para la construcción de un futuro Estado palestino independiente y democrático”; una actitud desde la cual “España promueve activamente una mayor coordinación entre los Estados miembros, que se plasme en una respuesta coordinada de la UE ante esta situación, en línea con el apoyo de España a la concertación entre donantes en este dossier”.

Tras este exordio, el Gobierno apuntó que “el contexto Palestino” representa uno de los ejes “prioritarios” de la Oficina de Acción Humanitaria de la Aecid, como lo representa que ha destinado 58 millones de euros en ayuda a Palestina desde su creación en 2007, de los cuales 4,2 millones los aportó en 2022, un 20% más que en 2021.

Por último, enumeró los siguientes proyectos que desde la Aecid se financian para “luchar contra la extrema vulnerabilidad psicosocial y económica de la infancia palestina y abordar los problemas de salud mental y los factores que están repercutiendo negativamente en su bienestar emocional”: uno de la ONG local Ard El Insa, para la mejora de las condiciones de agua y saneamiento en hogares con menores en situación especial de vulnerabilidad; y otro del Fondo de Población de la ONU (Fnuap, por sus siglas en inglés), para la prevención, mitigación y respuesta a las necesidades humanitarias ligadas a la violencia de género en Jerusalén Este, que tiene como objetivo “fortalecer y empoderar a las mujeres y niñas de Jerusalén, principalmente a las más vulnerables y a aquellas expuestas a violencia de género, para permitirles vivir con dignidad y en paz dentro de sus familias y comunidades”.

También participó en el llamamiento del Programa Mundial de Alimentos de la ONU para Palestina, que incluye trabajo con menores para luchar contra la anemia infantil y por una alimentación saludable; en el proyecto de la Asamblea de Cooperación por la Paz (ACPP) para la protección de derechos y dignidad de la población palestina bajo ocupación conforme al derecho internacional humanitario y al derecho internacional de los derechos humanos, que se dirige en parte al apoyo psicosocial de 120 menores en el ámbito escolar; y en el proyecto de Médicos del Mundo para la mejora de la resiliencia y la capacidad de respuesta de la población palestina más vulnerable a la crisis humanitaria en Gaza y Cisjordania.