TRAFICO

AEA AUGURA EL FRACASO DEL CARNE POR PUNTOS, AL DISTANCIARSE DEL MODELO QUE IMPERA EN OTROS PAISES

- La asociación de automovilistas cree que algunas medidas de la nueva ley convertirán a España en un "reino de taifas"

MADRID
SERVIMEDIA

El presidente de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), Mario Arnaldo, considera que el sistema de carné por puntos previsto en la nueva Ley de Seguridad Vial, algunos de cuyos preceptos entrarán mañana en vigor, "no es el adecuado", porque "nos hemos distanciado de los modelos que se están utilizando en varios países de la UE".

Arnaldo subrayó, en declaraciones a Servimedia, que habría que hacer algunos "ajustes" antes de aplicar el carné por puntos, que no comenzará a funcionar hasta mediados del próximo año, ya que si no se hace, "podría fracasar, algo que lamentaríamos mucho, ya que como entidad llevamos luchando desde 1992 para que se instaure esta norma".

El responsable de AEA ironizó sobre el nuevo método de pérdida de puntos y manifestó no entender el motivo que ha llevado al Gobierno a realizar "esta adaptación tipical Spanish".

Explicó que en España, a diferencia de lo que ocurre en países vecinos, la pérdida de puntos no se considerará una sanción, sino que supondrá la pérdida de los requisitos para poder conducir. A juicio de Arnaldo, este hecho supone "un error", porque "pretende eliminar el derecho de los ciudadanos a poder recurrir esa pérdida de puntos".

Se mostró igualmente en desacuerdo con la decisión de mantener el sistema de suspensiones temporales del carné, lo que "convierte el sistema de sanciones español en el más duro de todos los que ahora mismo están funcionando en Europa".

Asimismo, el presidente de Automovilistas Europeos trasladó su rechazo a la modificación del sistema de responsabilidad que conlleva la nueva ley cuando se producen accidentes en los que intervienen animales de caza. Arnaldo explicó que hasta ahora el automovilista que colisionaba en una carretera con un jabalí, un gamo o un corzo, podía exigir responsabilidad al titular del coto, al propietario de los terrenos o a la propia administración que acota los terrenos, mientras que con la reforma el responsable será el conductor.

Igualmente, denunció el alto margen de discrecionalidad y la arbitrariedad que la normativa otorga a las autoridades a la hora de imponer sanciones, ya que al existir un reparto competencial de sanciones entre la DGT, la Generalitat de Cataluña, la Comunidad Vasca y unos 8.600 ayuntamientos, la misma infracción puede conllevar sanciones distintas dependiendo de donde se produzca.

"Esto da miedo y denunciamos que España, en materia de seguridad vial y de sanciones, se ha convertido en un reino de taifas, y esto podría ir en contra de la ley", afirmó.

ACCIDENTES

Respecto al hecho de que algunas infracciones que antes estaban consideradas como leves pasen a ser catalogadas ahora como graves, Arnaldo consideró que "es positivo, porque en Europa hace mucho que se consideran 'graves' las infracciones que eran calificadas de 'leves' en España".

Así, partir de ahora, infracciones como circular hablando por teléfono o con cualquier dispositivo que pueda distraer al conductor, utilizar detectores de radares, no atender las señales de los agentes, rebasar un semáforo en rojo, no respetar las señales de stop o no utilizar cinturones de seguridad, sistemas de retención infantil o casco -en el caso de los motoristas- estarán multadas con entre 91 y 300 euros, y no con 90 euros, como antes. En cuanto a las sanciones muy graves, serán penalizadas con multas de 300 a 600 euros.

Independientemente de las discrepancias concretas que mantiene con el Gobierno y con la DGT, el presidente de Automovilistas Europeos Asociados coincidió con los responsables de Tráfico en que este método de pérdida de puntos y de sanciones será eficaz a la hora de reducir el número de accidentes y de víctimas mortales.

En cualquier caso, Arnaldo dijo que si bien "la presencia de sanciones es algo necesario dentro de una política de seguridad vial", éstas deben ir acompañadas de medidas dirigidas a la persuasión de los conductores. "La reducción de la siniestralidad dependerá de la persuasión del usuario y no del miedo a la sanción", manifestó.

"Si el Gobierno piensa que sólo con endurecer las sanciones se van a reducir los accidentes y víctimas, se equivoca", añadió Arnaldo, quien insistió en la importancia de invertir para mejorar las infraestructuras y aumentar la plantilla de agentes de tráfico.

(SERVIMEDIA)
01 Ago 2005
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