Según indica la ONG, durante las inspecciones del pasado día 20 se detectaron una serie de "anomalías de diseño" en las barreras cortafuegos, relacionadas con los muros del edificio de control ambas centrales.

Ecologistas en Acción considera que estos defectos han estado presentes desde la puesta en marcha de las centrales, en 1984 y 1986, respectivamente, y que "podrían agravarse por el hecho de que ambas unidades están construidas sobre un terreno de margas que se mueve", y que "se desplaza varios centímetros al año".

Según indica, estas anomalías "podrían hacer que un incendio se propagara por el edificio de control desde el que se opera la central y, en particular, se toman las acciones necesarias para parar las plantas".

Para Ecologistas en Acción, resulta "temerario" mantener las instalaciones en funcionamiento "en estas condiciones", por lo que solicita la parada cautelar de ambas centrales.