ADOLFO SUAREZ ASEGURA QUE NO REGRESARA "NUNCA" A LA POLITICA
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El ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez ha asegurado que está totalmente fuera de la política y "nunca" regresará a ella, porque quiere seguir dedicado de forma prioitaria a solucionar la enfermedad de su mujer y una de sus hijas.
En una entrevista con la corresponsal del diario norteamericano "The New York Times", que publica hoy "El País", Suárez se declara como un "político de raza" y reconoce que le resulta algo "difícil" estar alejado de ella, pero insiste en que su preocupación ahora es la familia.
Afirma que es reticente a hablar de política, y concretamente ahora de la Transición, porque todo lo que dice es "usado y distorsionado". "Cada vez que digoalgo se anuncia que voy a regresar a la política. Que voy a volver a fundar un partido político. Pero no voy a volver. Nunca".
También dice que recela sobre la idea de publicar sus memorias y cree más conveniente esperar un tiempo más, porque "podrían introducir factores de distorsión en la política actual".
Sobre la actual situación política, afirma que España sufre un exceso de confrontaciones que empeoran el clima político y lamenta que todo el debate esté concentrado en los casos de corrupció".
"Se está radicalizando mucho la vida política", manifiesta. "Hay mucho abuso verbal. Se vive en un clima de gran confrontación. Necesitamos volver al diálogo".
OPOSITOR DURO
El ex jefe del Ejecutivo atribuye este clima enrarecido a varios factores. El primero de ellos, el terrorismo de ETA y los casos que ahora se están investigando en los tribunales y en el Parlamento.
El segundo factor cree que es "la incompatibilidad, diría casi física", entre Felipe González y José María Aznar. "No e soportan. Desconfían el uno del otro. Tienen reacciones muy fuertes uno contra el otro. Yo conozco a los dos. Los veo. Tengo afecto por ambos. Pero ellos no se soportan entre sí. Cada uno dice que el otro no merece crédito".
Suárez contrasta estas difíciles relaciones con las que él mantenía con Felipe González cuando era líder de la oposición.
"Felipe fue un opositor muy duro. Sin embargo, nos veíamos en secreto. Le recibía cada semana y le contaba lo que iba a hacer. Entre semana me criticabay me denunciaba públicamente. Pero yo la semana siguiente le recibía de nuevo. El tenía muy poca experiencia, pero mucho gancho con la gente. Tenía mucho que aprender. Le dije: 'Algún día me vas a suceder'. Así que nos encontrábamos cada semana y hablábamos. Felipe me ha tratado muy mal. Pero le tengo cariño".
De la etapa de la Transición, cree que fue un periodo de "mucho sentido común", que permitió logros como que el Rey fuera el monarca de todos los españoles, la libertad de expresión o la legalizción de los partidos políticos.
Respecto al periodo de gobiernos del PSOE, sostiene que "Felipe ha hecho una gran labor de gobierno, aunque ha cometido errores". De los éxitos del PSOE subraya su política exterior, la consolidación de las autonomías y la instauración de una economía moderna que ha permitido una mejora del nivel de vida. Entre los errores, menciona el fuerte déficit público y el clima político "muy enredado".
(SERVIMEDIA)
18 Nov 1995
JRN