Este comportamiento anormal es considerado por los psiquiatras como una desviación propia de los años noventa comparable a la anorexia o la bulimia.

Los modos de autodañarse son variados. Van desde golpearse con la cabeza contra una pared, hasta clavarse bolígrafos en las piernas, pasando por quemarse con ácidos.

Este ensañamiento violento contra la propia persona sule empezar durante la adolescencia. Las mujeres en general son más proclives a perpetrarlo, pero durante la adolescencia los chicos presentan una mayor tendencia. Las mujeres blancas y de clase media son el grupo más afectado.

El primer programa contra este comportamiento abusivo ha comenzado en el Estado de Illinois bajo la dirección de la doctora Karen Conterio. El programa consiste en una terapia individual y de grupo. Gracias a este tratamiento los adolescentes descubren la razón de su comportamieto y normalmente lo abandonan.