A pesar de que la implantación del móvil es mayor entre los jóvenes que en el resto de las edades, dónde un 71% de las personas tienen uno de estos teléfonos, el gasto anual es inferior debido a la menor capacidad adquisitiva.

En este sentido, frente a un gasto anual de 127 euros por parte de los adolescentes, el resto de los individuos alcanza una media de 220 euros, excluidas la telefonía residencial y el móvil de empresa.

El 78% de los jóvenes entre 14 y 19 años utiliza la modalidad de pago por prepago, ya que permite un mayor control del gasto realizado que la domiciliación del recibo, tanto para los adolescentes como para sus padres, que en un 64% de los casos son los que pagan el servicio.

Los adolescentes, a diferencia del resto de usuarios, son clientes "avanzados de la tecnología móvil", ya que usan funciones que van más allá de la simple llamada telefónica, como el envío de mensajes cortos SMS (98% adolescentes) o los mensajes multimedia MMS (36%).

Además, tres de cada cuatro adolescentes utilizan servicios de descarga de logos y tonos para personalizar su móvil, por lo que las empresas de telefonía los consideran como "creadores de tendencias".

Por sexos, las adolescentes gastan más que los chicos en móvil, concretamente un 15% más (ellas gastan 135 euros anuales y ellos, 118). En cambio, los chicos muestran preferencia por un uso más lúdico del móvil, se decantan por los juegos y la descarga de música.