LAS ADMINISTRACIONES PUBLICAS DESTINARAN MAS DE 50.000 MILLONES DE PESETAS EN 1996 A LA LUCHA CONTRA LOS INCENDIOS
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Las distintas administraciones públicas destinarán más de 50.000 millones de pesetasen 1996 a la lucha contra los incendios forestales, una cantidad similar a la que invirtieron el año pasado, según ha asegurado a Servimedia Ricardo Vélez, jefe del Area de Incendios Forestales de la Dirección General de la Conservación de la Naturaleza del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Vélez señaló que esta inversión permite a España estar a la cabeza de Europa en cuanto a medios técnicos y humanos en lo que a la lucha contra los incendios forestales se refiere.
Sin embargo, isistió en que "por muchos medios que pongamos, lo fundamental es la responsabilidad de cada persona, que cada uno sepamos que la única manera de evitar el fuego es no usándolo incorrectamente. Resulta disparatado pedir más medios y más dinero, porque España no se puede permitir el lujo de seguir gastando más dinero en algo que se podría resolver con menos dinero y más responsabilidad individual".
Respecto a los primeros datos sobre superficie afectada por las llamas, Vélez indicó que la incidencia de os incendios en los primeros meses de 1996 ha sido muy inferior a la registrada en 1995 en el mismo periodo, ya que se sitúa en un 10 por ciento de la superficie que ardió el año pasado.
A diferencia del año pasado, cuando se registraron numerosos incendios en marzo y abril en Galicia, Asturias, León y Zamora, en 1996 las intensas lluvias caidas en toda la península han provocado un invierno y un comienzo de la primavera muy benigno.
En algunas comunidades donde el riesgo durante esta época del ao es alto, como Cantabria y Asturias, han ardido menos de un millar de hectáreas en la primera y algo más de 300 en la segunda, mientras que en Galicia el fuego había afectado hasta el mes de marzo a menos de un centenar de hectáreas.
Sin embargo, Ricardo Vélez ha advertido sobre el aumento del riesgo de incendios en verano que se deriva de las lluvias generalizadas registradas durante los primeros meses del año, ya que el pasto que han generado estas precipitaciones se convertirá en los meses estivals en combustible favorecedor de la propagación de las llamas.
"Salvo que a finales de junio llueva y se retrase de esta forma la entrada del verano, los meses estivales se convertirán en un periodo especialmente delicado", señaló Vélez.
(SERVIMEDIA)
14 Abr 1996
GJA