LAS ADMINISTRACIONES GASTARON EN 1993 MAS D 700 MILLONES PARA COMBATIR LA PLAGA DE PROCESIONARIA

-De las 500.000 hectáreas de pinar afectadas en todo el Estado intentaron recuperar sobre 292.000.

MADRID
SERVIMEDIA

Las distintas administraciones, fundamentalmente las autónomicas, gastaron durante el presente año 730 millones de pesetas para combatir la plaga de procesionaria que cada año afecta a medio millón de hectáreas de pinar en todo el Estado.

En 1993, las autoridades autonómicas actuaron sobre 292.000 hectáreas, ientras que en 1992 la superficie tratada fue de 352.000 hectáreas.

El motivo de esta reducción no es que la procesionaria (larva de un lepidóptero que recibe este nombre porque avanzan en largas filas unidas) afecte este año a menos superficie de pinar.

Según Ramón Montoya, jefe del servicio de Agentes Nocivos de la Subdirección General de Protección de la Naturaleza del Icona, "estas cifras no significan que la plaga haya disminuido, lo que ocurre es que cada año se seleccionan mejor las zonas ue se deben tratar".

Además de la selección de las áreas donde deben actuar con prioridad, los servicios encargados de combatir la procesionaria utilizan cada año métodos menos lesivos para el ecosistema. Mientras que en 1992 emplearon insectidas de origen biológico en 13.000 hectáreas, este año los extendieron a 34.300.

Ramón Montoya considera que "el problema de la procesionaria desborda con mucho todas las posibilidades. La larva convive muy bien con el pinar. Se come los pinos en el invierno,pero luego estos rebrotan de nuevo en primavera, por lo que los árboles no se suelen secar.

Aunque en ocasiones puede ocurrir, los pinos no mueren por la acción de la procesionaria, ya que en la evolución normal de las poblaciones de procesionaria no se producen más de dos defoliaciones seguidas.

Sin embargo, en zonas de temperaturas suaves y los ambientes secos, donde los pinos tienen menos reservas, el árbol puede perecer.

Las condiciones climatológicas suele ser el único factor limitante n la expansión de esta plaga. Por ello, en España, único país en el que aparece, las provincias del sur y el centro sufren con mayor intensidad el problema que las del norte.

La sequía, que durante los últimos años afectó a la práctica totalidad del país, provocó que la acción perniciosa de la procesionaria incida prácticamente por igual en todas las comunidades autónomas.

Esta larva no sólo limita el crecimiento de los pinares, sino que además provoca la pérdida de aprovechamientos, ya que en elcaso de los pinos piñoneros afectados no es posible recoger la piña.

A estas repercusiones negativas hay que unir las urticarias que producen a las personas que pasean en las áreas donde abundan o entre aquellos que trabajan en zonas de monte.

(SERVIMEDIA)
10 Dic 1993
GJA