LA ADMINISTRACION TENDRA QUE PAGAR 11 BILLONES EN INTERESES ENTRE 1993 Y 1996 PARA FINANCIAR LA DEUDA PUBLICA

MADRID
SERVIMEDIA

La Administración tendrá que pagar unos 11 billones de pesetas en intereses para financiar la deuda pública en el cuatrienio comprendido entre 1993 y 1996, según un informe realizado por la Dirección General de Previsión y Coyuntura, y difundido hoy.

l informe pone de manifiesto que, incluso si se cumple el objetivo del Plan de Convergencia de reducir el déficit público al 1 por ciento del PIB para 1996, la deuda pública aumentará como consecuencia de la fuerte carga que representan los intereses.

Concretamente, la previsión de los expertos del Ministerio de Economía apunta a que la deuda pública pasará del 46,5 por ciento del PIB a finales de 1992 a un 48 por ciento en 1996, después de alcanzar un máximo del 50 por cien en 1994.

En todo caso España se mantendrá sensiblemente por debajo no sólo del techo establecido en el Tratado de Maastricht, el 60 por cien del PIB, sino de la media comunitaria, que continuará siendo unos 17 puntos porcentuales superior a la nuestra.

LA CARGA DE LOS INTERESES

El informe pone de manifiesto que el problema de la deuda pública estriba actualmente no tanto en la cuantía del déficit como en los elevados intereses que hay que pagar para financiarlo, equivalentes a 4,6 puntos del PIB entre 1993 y 1996 (unos ,8 billones de pesetas por ejercicio).

De hecho, si no fuese por la carga de los intereses, las cuentas públicas arrojarían a lo largo del periodo un superávit medio del 2,3 por cien del PIB, es decir, alrededor de 1,4 billones de pesetas por año.

El mismo problema tienen el resto de países comunitarios, que tendrán que asignar en cada uno de los próximos cuatro años un 5,4 por ciento del PIB a pagar los intereses de su deuda pública, es decir, 0,8 puntos más que España.

Además, los expertosdel Ministerio de Economía subrayan que la Administración española ha hecho en los últimos años un uso productivo del endeudamiento financiero, ya que ha servido principalmente para aumentar la inversión pública.

A su juicio, la situación ha sido distinta en el conjunto de países de la CE, ya que, "además de financiar una inversión pública mucho más modesta, ha cubierto regularmente parte de los gastos corrientes".

Por esa razón, vaticina que los programa de convergencia de muchos países de la CErequerirán esfuerzos adicionales para su cumplimiento una suavización de las condiciones impuestas en el Tratado de Maastricht.

En la realización de todos estos cálculos, la Dirección General de Previsión y Coyuntura parte del supuesto de un crecimiento medio del PIB del 2,3 por ciento en el cuatrienio y de un tipo medio de la deuda pública del 10 por cien.

(SERVIMEDIA)
28 Abr 1993
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