Aisa aseguró que la deuda de las Administraciones públicas con as empresas del sector asciende ya a 600.000 millones de pesetas, un 60 por ciento más que en las mismas fechas del año anterior.

La producción del sector de la construcción ascendió en 1990 a 5,8 billones de pesetas. De acuerdo con los datos de Seopán, la actividad constructora ha superado en un 17 por ciento el nivel máximo que alcanzó en 1974, antes de la crisis del sector, mientras que la economía ha crecido desde entonces un 47 por ciento.

En el ejercicio pasado se crearon en la construcciónunos 70.000 nuevos puestos de trabajo, lo que representa el 28 por ciento del total de empleos generados en España, con lo que, según Aisa, el sector ha recuperado desde 1985 los 480.000 puestos de trabajo que perdió en el período 1974-84.

Pese a ello, resaltó, el sector sigue demandando 75.000 especialistas más. Aseguró que el empleo en la construcción seguirá aumentando en 1991, "aunque menos que en años anteriores".

Entre los problemas graves del sector destacó, además del retraso en los pagospor parte de la Administración, la falta de formación de los trabajadores, la siniestralidad laboral y la actual revisión de precios, que, a su juicio, no se corresponde con las subidas reales.

POR COMUNIDADES AUTONOMAS

Por comunidades autónomas, la actividad de la construcción creció por encima de la media nacional en Andalucía, Aragón, Asturias, Castilla-La Mancha, Extremadura, Madrid y Navarra, mientras registró incrementos cercanos al 9 por ciento en Castilla y León, Cataluña, Murcia y País Vasc.

Valencia, Galicia y la Rioja se situaron por debajo de la media. La actividad del sector permaneció estancada en Baleares y en Cantabria y experimentó una fuerte recesión, según Aisa, en Canarias.

La obra oficial fue la que más creció en 1990, un 22 por ciento, frente a la privada que aumentó un 4 por ciento. Por subsectores, la obra civil registró un incremento del 20 por ciento y la edificación en su conjunto menos del 6 por ciento.

Dentro de la edificación, la vivienda nueva fue el segmnto que menos creció el pasado año, no llegó al 1 por ciento, mientras la mejora y rehabilitación aumentó cerca del 5 por ciento, y la edificación no residencial el 10 por ciento.

En el mercado de obra nueva, la licitación oficial ascendió a 2,1 billones de pesetas en 1990, un 32 por ciento más que en 1989. De ellos, el 75 por ciento se destinó a obra civil y el 25 por ciento a edificación.

La licitación de obras nuevas por parte de la Administración central creció un 60 por ciento el pasado año,destacando la de obras de carreteras, y la de las autonómicas y locales un 10 por ciento. En cuanto al número de viviendas nuevas iniciadas, disminuyó un 17 por ciento en los nueve primeros meses de 1990.

PERSPECTIVAS PARA EL FUTURO

Aisa se mostró preocupado de las perspectivas para el futuro del sector, especialmente a partir de 1992, fecha en la que ya habrán concluido las obras de Barcelona y Sevilla. A su juicio, en 1991 la actividad de la construcción no crecerá más de un 6 por ciento, con una ecesión clara en la edificación de viviendas nuevas.

A más largo plazo, el responsable de Seopán auguró un crecimiento hasta el año 2000 dos puntos por encima del que registre el PIB. Insistió en que en España sigue habiendo una gran demanda de viviendas, "lo que hace falta es que la sociedad pueda acceder a ellas".

Para el presidente de Seopán, la obra civil ya contratada continuará siendo el motor principal de la actividad constructora en 1991, "aunque de forma más atenuada que el año pasado". Aseguró que la inversión pública prevista para 1991 "será insuficiente para atender a toda la obra en marcha y la pendiente de iniciar según los planes previstos", lo que motivará un descenso importante de la licitación de obra nueva.

NEGOCIACION COLECTIVA

También se refirió a la negociación colectiva de este año en el sector y dijo que la subida salarial no debería superar a la inflación prevista para 1990, que es del 5 por ciento, ya que "la situación económica del país ha cambiado con respect al año anterior".

De acuerdo con los datos de la patronal Seopán, los costes en la construcción subieron en 1990 un 8,5 por ciento, como consecuencia de un incremento de los laborales del 12 por ciento y del 5 por ciento en los suministros.

En cuanto a la repercusión de la guerra del Golfo Pérsico en el sector, aseguró que no afectará a las obras en curso. Señaló que su patronal siempre ha aconsejado a las empresas que potencien su actividad internacional, pero dijo que es difícil que las constrctoras españolas accedan a obras para reconstruir Kuwait cuando termine el conflicto, tal y como estudian los constructores de otros países.