El intercambiador de Plaza de Castilla se convertirá en uno de los ejes principales de acceso a la capital desde el norte, ya que recibirá a la mayor parte de los usuarios procedentes de los corredores de la A1 (autovía de Burgos) y la M-607 (carretera de Colmenar).

Según el Gobierno autonómico, la construcción de esta nueva infraestructura permitirá además liberar espacio en la superficie de la Plaza de Castilla y sus aledaños y se evitará el tráfico en superficie de más de 2.800 vehículos de gran tamaño.

El intercambiador agrupará las líneas de autobuses urbanas e interurbanas, tres líneas de Metro y un aparcamiento público "de rotación". Tendrá 78.654 metros cuadrados subterráneos, distribuidos en tres niveles de profundidad, y requerirá la construcción de 1.317 metros de túneles en dos niveles.

Contará con 36 dársenas de autobuses y un aparcamiento público con espacio para 400 vehículos. Además, se habilitarán 932 metros cuadrados de usos complementarios y 168 metros cuadrados para oficinas.

El intercambiador ha sido adjudicado a una Unión Temporal de Empresas y el plazo de ejecución de las obras es de 13 meses para la primera fase y 20 para la segunda.

Este proyecto se suma a los de construcción de los intercambiadores de Plaza Elíptica, Conde de Casal y Príncipe Pío, que fueron adjudicados recientemente por el Consejo de Gobierno, y los de los futuros intercambiadores de Moncloa y Chamartín.